CIUDAD DE MÉXICO (El Universal).— El artista más esperado en el Festival Arre fue Peso Pluma, intérprete que fascinó al público capitalino con la energía que inyectó en cada uno de sus corridos tumbados que pusieron a cantar a todos los asistentes a la curva cuatro del Autódromo “Hermanos Rodríguez”.
En contraste con los primeros shows del domingo, en donde se veía poca gente en los alrededores del escenario principal, cuando Peso Pluma estaba listo para arribar al escenario, el público se juntó para ver a su ídolo.
“Qué viva México, cabrones. Quiero oír el grito de todos, es un orgullo estar aquí”, declaró durante los primeros minutos de esta fiesta, en donde se conjugaron diferentes ritmos del regional mexicano.
Con gorra, collares y ropa negra, el cantautor de 24 años arribó al entarimado dispuesto a elevar los ánimos de todos durante la madrugada de ayer, y algo que resaltó es que con este show cumplió uno de sus sueños, cerrar un festival de música.
“Sin ustedes no sería nada, es la primera vez cerrando un festival y es aquí en el Arre, vamos a hacer un desverg…”, señaló el intérprete conmovido al escuchar tantas porras y ovaciones, él simplemente las escuchaba y se tocaba el corazón con la mano.
Muchos fueron los temas con los que sus fans levantaron celulares para documentar la de dople P y con los que corearon a todo pulmón, como por ejemplo, su más grande éxito “Ella baila sola”, que incluyó casi al último.
Pero también sonaron piezas como “Rosa pastel”, “En mi mundo”, “Nueva vida”, “El belicón”, entre otras que se escucharon mientras diversos fuegos artificiales iluminaron el cielo y el escenario se pintaba de diferentes colores.
“Todo inició aquí en la Ciudad de México, soy de Guadalajara, aquí es donde nos abrieron las puertas para dar a conocer nuestro proyecto y siempre voy a estar agradecido, este grito es por ustedes”, expresó al anfitrión.
Más historias
XIMENA SARIÑANA Y EUGENIA LEÓN ESTARÁN EN EL FICH 2024
HOSPITALIZAN DE EMERGENCIA A HERMANA DE THALÍA TRAS SUFRIR INFARTO
MUERE ‘EL KOMPAYASO’ A LOS 54 AÑOS TRAS DÍAS EN COMA