Tribuna Campeche

Diario Independiente

Presos políticos

Estamos a un paso de perder importantes derechos, y si la vilipendiada reforma judicial se aprueba en los términos que exige el Pejidente, estaríamos conduciendo a nuestro país a una dictadura…

Recurrir a la manipulación de las leyes contra los enemigos políticos, o como recurso para obtener ventajas en las negociaciones, es algo que caracteriza a los gobiernos totalitarios, a las dictaduras, y es también, lamentablemente, el inicio del fin de la democracia.

—“No deja de ser lamentable lo que está pasando en nuestra patria chica, lamentó don Julián. Detener al papá de un senador del partido naranja, y a un diputado local en funciones, como medida de presión para lograr los votos que se requieren en la Cámara de Senadores, no es algo normal, ni podemos quedarnos callados ante esas injusticias”.

—“La Patria está de luto. Estamos a un paso de perder nuestros derechos fundamentales, y si la vilipendiada reforma judicial se aprueba en los términos que exige el Pejidente, estaríamos conduciendo a nuestro país a rumbos cercanos a una dictadura, a un absolutismo, en que todos los poderes se concentrarán en una persona, en perjuicio de los derechos y las libertades de los ciudadanos”, señaló a su vez el poeta Casimiro.

—”Si los magistrados, los jueces, los diputados, los senadores, los regidores y los diputados locales van a estar al servicio de la Presidencia, ¿qué va ser del sistema democrático al que aspiramos? El siguiente paso va a ser el sometimiento de las autoridades electorales, y entonces sí, adiós democracia, y hasta nunca, voto libre y secreto. Es algo que no debe permitirse por nada del mundo”, subrayó don Julián.

El poeta Casimiro coincidió totalmente con las opiniones de su mentor. “Es increíble que a unas horas de que deje el poder, y después de seis años de altibajos y claroscuros, el Tatich Presidencial se quiera retirar a su rancho de La Chingada heredando una nación inestable, polarizada y con graves amenazas de la economía internacional, todo por su capricho de impulsar una reforma judicial que, para colmo, no tiene ni pies ni cabeza”.

—“Nadie quiere un país lleno de presos y desaparecidos políticos, pero lamentablemente ese parece ser el destino de esta patria que esperaba una cuarta transformación, pero que está llegando a la peor deformación que se pueda alguien imaginar. Donde se pretende destruir a las instituciones que le han dado soporte a este país, para edificar una estructura que sólo va derivar en la concentración de poderes en manos de una sola persona, y eso es algo que no podemos permitir”, coincidió don Julián.

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