Carlos Seoane (*)
En la película “Bichos: Una aventura en miniatura” de Disney y Pixar (1998) nos cuentan una historia en la que una pandilla de flojos saltamontes, pero con una actitud tiránica derivada de su gran tamaño y fortaleza física, abusan de una colonia de cientos de pequeñas y trabajadoras hormigas, exigiéndoles tributo en forma de alimento a cambio de “protegerlas” de otros insectos y así librar el invierno cómodamente sin tener que preocuparse ante la escasez de comida por el frío.
En algún momento en el que Hopper, líder de los crueles saltamontes, intimidaba a las hormigas mediante un agresivo monólogo exigiendo su tributo, una de ellas de nombre Flik, lo interrumpe bruscamente, retando (sin darse cuenta) su autoridad.
No sin antes someter sicológicamente a Flik, los saltamontes se retiran dejando claro que regresarían en el futuro cercano por su comida.
Posteriormente, se observa a los compinches de Hopper en su guarida disfrutando de la vida, comiendo, descansando o bailando al ritmo de “La Cucaracha”. Bajo esas favorables condiciones, es que dudan en regresar por el debido tributo de las hormigas ya que tienen comida de sobra.
Sin embargo, al sugerir la idea a su líder, este les contesta agresivamente que no, ya que Flik lo había retado: “Si una hormiga se rebela contra nosotros, les aseguro que todas lo harán pronto. Esas hormigas ridículas nos superan en números de 100 a 1 y si llegaran a averiguarlo… adiós a nuestro estilo de vida. No es por la comida, es para mantenerlas alineadas”.
Esta introducción (un poco larga) viene a colación a raíz del sangriento enfrentamiento armado del pasado viernes entre miembros criminales de La Familia Michoacana y pobladores de Texcapilla en Texcaltitlán, Estado de México, que dejó un saldo de 14 muertos y siete heridos (11 de los fallecidos eran miembros del Cártel, al igual que dos de los heridos).
La información disponible sugiere que integrantes del crimen organizado citaron a los pobladores, principalmente agricultores, en un campo de fútbol, para cobrarles algún tipo de cuota o derecho de piso.
En un video ampliamente difundido en Twitter (ahora X) se pueden apreciar alrededor de 100 a 120 ciudadanos armados con machetes, hoces, palos e inclusive algunas armas de fuego, sosteniendo un diálogo con los agresores (13 individuos armados divididos en sus respectivos vehículos) hasta que el infierno se desata y en menos de dos minutos de absoluto caos, todos los delincuentes yacían en el suelo muertos o gravemente heridos.
Leyendo la información del caso disponible hasta ahora, no hay mucho análisis que llevar a cabo. Los codiciosos criminales se convirtieron en un maldito barril sin fondo que exprimió a sus víctimas hasta que estas se rebelaron en una vorágine de violencia en contra de sus agresores.
Los distintos órdenes de gobierno que fallaron miserablemente, ahora se ven forzados a emplear enormes cantidades de saliva para evitar ser vistos como coparticipes del Estado fallido que habita en distintas geografías de nuestro territorio nacional, en este caso, el Estado de México. Aunque es claro… siempre se le puede echar la culpa al pasado.
El tratar de disimular la violencia criminal en el discurso político (vamos muy bien, ya se acabaron las masacres, ya no hay corrupción), el criminalizar a las víctimas del narco (AMLO respecto a los seis estudiantes de medicina asesinados recientemente en Celaya), el pensar que las Fuerzas Armadas pueden llevar a cabo y/o suplir las tareas de la policía, el premiar a los responsables de la Seguridad Pública con gubernaturas (Alfonso Durazo Montaño) o con alguna candidatura sin haber dado los resultados prometidos, y por último, escuchar a la gobernadora del Estado de México haciendo un llamado por la paz… simple y sencillamente nos mantendrá en el profundo infierno del que no vemos cómo salir.
Para concluir, en la película las hormigas finalmente se dan cuenta de que son muchísimas y logran imponerse a los saltamontes y Hopper no logra cobrar su revancha gracias a un pájaro que lo atrapa para darlo como alimento a sus crías.
Así es que, autoridades federales y del Estado de México: Protejan (por lo pronto) a todos los pobladores de Texcapilla y no olviden las palabras de Hopper: “Si una hormiga se rebela contra nosotros, les aseguro que todas lo harán pronto. Esas hormigas ridículas nos superan en números de 100 a 1 y si llegaran a averiguarlo… adiós a nuestro estilo de vida”.
POSTDATA– Viendo las estadísticas, es muy probable que el 2023 sea el séptimo año consecutivo en que más de 30 mil personas mueran asesinadas en nuestro amado México.
(*) Consultor en seguridad y manejo de crisis.
@CarlosSeoaneN
Más historias
Que vieja tan terca
CINISMO RAMPLÓN
EN LAS TRIPAS DEL JAGUAR: 21 NOVIEMBRE 2024