Tribuna Campeche

Diario Independiente

INJUSTICIA FISCAL

Los años dorados de la extracción de hidrocarburos en Campeche no trajeron en absoluto prosperidad para el Estado. De extraer dos millones de barriles de petróleo diarios pasamos a cuando mucho 950 mil en la actualidad…

Campeche ha crecido a lo largo de las últimas tres décadas, en medio de un peligroso espejismo. Aparentemente, el Estado tiene una de las economías más prósperas, con el Producto Interno Bruto Per Cápita más alto del país (en una proporción de seis a uno en comparación con las demás entidades), pero la realidad que se vive en las calles es totalmente diferente. Nuestro Estado presenta una de las cifras más altas en pobreza.

El espejismo del petróleo ha dañado históricamente el desarrollo económico de Campeche. De las plataformas petroleras ubicadas en medio del Golfo de México y la Sonda de Campeche, se han extraído miles y miles de millones de dólares que por una parte financiaron el crecimiento del país, otra parte se repartieron entre los corruptos integrantes de la clase política, y otro resto se lo quedaron las empresas proveedoras de Pemex, la mayoría de ellas creadas al amparo del poder.

Los años dorados de la extracción de hidrocarburos en Campeche no trajeron en absoluto prosperidad para el Estado. De extraer dos millones de barriles de petróleo diarios pasamos a cuando mucho 950 mil en la actualidad. Y paradójicamente, es ahora cuando ese decrecimiento en la producción de petróleo impacta en nuestra economía. Ha sido el argumento redundante para justificar que cada año nos disminuyan más participaciones federales.

El discurso de nuestros políticos se ha colgado de ese trato injusto. No ha habido presidente de la República, que en su oratoria no haya prometido abatir esa injusticia fiscal. Ni gobernador alguno ha dejado de aportar su buena cantidad de labia al prometer que luchará para revertir esa situación. Unos y otros han fracasado.

Y no importa el signo partidista que nos gobierne en el país. Lo mismo hicieron los priístas a lo largo de esa dictadura perfecta que describió magistralmente Mario Vargas Llosa, y no cambió la historia con los gobiernos del PAN y mucho menos con los de Morena.

Por la inconmensurable riqueza petrolera que ha salido de nuestra región, Ciudad del Carmen debió haber sido desde hace muchos años una especie de Dubái mexicana, pero lo que sólo pudo ser el receptorio de toda la fauna nociva que llega, como en los tiempos de las pepitas de oro, en donde hay olor a dinero, y a riqueza.

Sirva este prolongado prefacio para afirmar que ningún Gobierno ha podido erradicar el injusto trato que históricamente nos han dado. Que todos han sido omisos, y negligentes para compensar todo el daño que la extracción de petróleo le trajo a nuestra entidad. Las afectaciones sociales, económicas, ecológicas, sanitarias, urbanísticas, etcétera.

Ahora se resiente más que antes, es cierto. Ya no se extraen los dos millones de barriles diarios de la Sonda. Se mantiene empero la excusa de que baja la aportación de Campeche al PIB y por tanto disminuyen las aportaciones federales anuales en la misma proporción que aumenta la pobreza y la miseria en la entidad.

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