Tribuna Campeche

Diario Independiente

PAX NARCA

Con qué cara pueden sostener los miembros del partido guinda que no tienen relaciones con los narcos. Lo que da miedo son los compromisos en los turbios negocios.

 “Asustan las declaraciones de don Mayo, el capo de capos respecto a su detención, pues ocurrió durante una supuesta reunión con el gobernador  Rocha, de Sinaloa, a la que también acudió uno de los Chapitos. Por la manera como rindió su declaración el mafioso mandamás, pareciera que ambos narcotraficantes fungen como asesores para resolver conflictos políticos en esa entidad gobernada por el partido guinda”.

—“Tienes toda la razón en preocuparte y en asustarte —le dijo don Julián al poeta Casimiro, quien arrancó con su comentario la tertulia vespertina—, porque por primera vez en muchos años, se confirma la relación que hay entre los gobernantes y los capos de la droga y evidencia que la supuesta persecución contra esos infractores de la ley no es más que una simulación y una farsa”.

Doña Chela se persignó tres veces en señal de miedo a lo que hablaban sus compañeros de charla. “Jesús, María y José —arrancó con sus jaculatorias— ¿con qué cara van a salir ahora esos gobernantes guindas a decir que no tienen relaciones con los narcos? ¿Qué jeta van a poner para desmentir que son ellos los que financiaron sus onerosas campañas?”.

El poeta Casimiro intentó aplacar los pánicos de la güera exburócrata estatal. “Tampoco es que sea algo novedoso doña Chela. Así ha sido de siempre, sólo que antes eran más discretos o al menos no se hacían públicas esas relaciones. Los letrados le llaman a esa relación entre políticos y mafiosos como la ‘pax narca’, que consiste en que los gobernantes no se meten con ellos, y los narcos tratan de no involucrar a la sociedad en sus conflictos y disputas internas”.

—“Tienes toda la razón —terció don Julián— la vox pópuli ubica incluso ciudades en todo el país, que son las preferidas para que los capos fijen sus residencias sin que nadie se meta con ellos. La capital de cabezolandia dicen que es una de ellas, lo mismo que Cuernavaca y otras ciudades que no se caracterizan por ser de mucha violencia, ya que ahí descansan los “jefes de jefes” y por eso hay una relativa paz”.

—-“Lo que me da miedo —insistió doña Chela sin dejar de persignarse— es que en esta tierra del pan de cazón y del pámpano en escabeche no sabemos qué turbios acuerdos pueda haber entre los mafiosos y los gobernantes. Ya vimos que uno de los más importantes es que la seguridad esté en manos de los michoacanos, porque por más que el pueblo pidió la cabeza de la jefa de la Policía, la anciana decrépita de Palacio la mantuvo en el cargo. ¿Qué otros acuerdos tienen esos sinvergüenzas?”, preguntó, sin que nadie en la tertulia pudiera darle una respuesta que amainara su pánico.

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