El edil Carmelo ya se salió del huacal, se brincó todas las trancas y ante sus huestes se ostenta como “el próximo gobernador”, algo que Layda Elena considera “una falta de respeto”…
No fue terso el más reciente encuentro entre el alcalde carmelita Pablo Gutiérrez Lazarus y la gobernadora, la nefasta, perversa y represora Layda Elena Sansores San Román. Públicamente se evidenciaron sus diferencias, y la gran molestia de la senecta mandataria para con “el mejor presidente municipal del país” como ella misma llegó a calificarlo.
El pasado lunes, y después de más de una semana “de vacaciones” en la capital de la República, regresó a Campeche la senecta mandataria y se trasladó directamente a Ciudad del Carmen, porque ese día, el director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, había programado una reunión con el sector empresarial, para darles respuestas al reclamo, ya añejo, de que salden las deudas por los servicios prestados.
La vengativa y rencorosa Sansores San Román llegó al evento acompañado de sus funcionarios de confianza: la secretaria de Gobierno, Liz Hernández; su tesorero, Jezrael Larracilla; el titular de la Sedeco, el expresidiario Jorge Luis Lavalle Maury y su sobrino, Gerardo Sánchez Sansores, “Seso Loco”, quien sigue ocupando un espacio en eventos públicos sin tener nombramiento oficial, con lo que ellos suponen que ocultan su nepotismo. O creen que los campechanos nos vamos con la finta de sus imbecilidades.
Como un agregado más se integró Pablito a esa gira, que además incluyó la supervisión de la construcción de los “departamentos del bienestar”, obra que por cierto se hace con recursos 100 por ciento federales, pese a lo cual ninguno de los dos —ni la senecta ni el alcaldito— tuvieron el menor reparo en presentarlas como si fueran propias.
La molestia de la anciana Sansores para con Pablito es por el tema sucesorio. El edil Carmelo ya se salió del huacal, se brincó todas las trancas y ante sus huestes se ostenta como “el próximo gobernador”, algo que Layda Elena considera “una falta de respeto”. No le importa que Liz Hernández esté haciendo lo mismo, pero le molesta que Pablo siga pregonando que va llegar con o sin Morena como respaldo.
Nos cuentan que hubo un jalón de orejas en privado y que ambos salieron muy molestos, sobre todo la gobernadora, que, para colmo, no pudo salir de la reunión con los directivos de Pemex con la primicia de que al fin se resolverá el añejo adeudo que ha provocado una nueva crisis económica en la isla.
Nadie cree sin embargo, que el regaño a Pablo vaya a surtir efectos. Sus ambiciones están desbordadas, y sus lambiscones a sueldo —que por cierto abundan en las redes sociales y son fácilmente identificables—- ya lo enloquecieron con el cuento de que él tiene que ser el bueno o de lo contrario, Morena y la gobernadora pagarán las consecuencias.
Sí, Pablo ya perdió el piso. Habrá que ver qué se deriva de eso.
Más historias
CATEAN PREDIO EN SANTA ANA POR INVESTIGACIONES DE PRESUNTO VIOLADOR SERIAL EN CAMPECHE
SIN AUDIENCIA Y SIN VOZ; CAMPESINOS EXIGEN A LAYDA SER INCLUIDOS EN LA MESA AGRARIA O PROTESTARÁN
DEL CALOR AL FRÍO; NUEVO FRENTE FRÍO LLEGARÁ EL LUNES CON LLUVIAS Y “HELADEZ”