Envilece la vida pública del Estado

Víctor Alberto Améndola Avilés

Las graves acusaciones de Layda

La gobernadora de Campeche está obligada a presentar las pruebas, los elementos objetivos y/o la denuncia que sustenten las graves acusaciones emitidas el lunes.

La gobernadora acusó, prácticamente, de asesino y criminal a una persona. Eso es algo grave y delicado.
Lo es, si ella sabe cosas y no están en alguna carpeta de investigación; pero peor de grave sería si ella publicó y declaró lo dicho el lunes sin ninguna prueba o sin algún elemento contundente.

La sociedad campechana, en su conjunto, debe exigir de inmediato, las pruebas y los elementos que la llevaron hacer tal pronunciamiento. Y derivado de ello, hacerse o presentar la solicitud para que se emita la ficha roja que demande la aprehensión y eventual extradición del presunto criminal.

Si nada de esto ocurre, estaríamos en el supuesto de tener a la titular del Ejecutivo Estatal en el uso y abuso de funciones que estarían pervirtiendo la aplicación de la justicia en nuestro Estado.
No debemos pasar por alto un elemento adicional importante: hay una sanción en firme por parte del Poder Judicial de este país, que acredita a la gobernadora Layda Sansores San Román como una mujer violentadora de mujeres. Está inhabilitada por cuatro años y siete meses en una sanción que ya no puede ser apelada o controvertida.

Es decir, los dichos del lunes fueron expuestos por una delincuente y criminal que es ella, precisamente. Y exactamente por estas circunstancias es que urge que las cosas sean clarificadas de forma inmediata.
La gobernadora envilece la vida pública del Estado.

Señora Sansores San Román, esta es su oportunidad para demostrar que, nosotros sus críticos, estamos equivocados.
Usted tiene la palabra.

PD. Señor fiscal, ¿de verdad va usted a guardar silencio?