Actualmente el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, mantiene a la empresa productiva del Estado en su peor momento, derivado de la falta de medicamentos en su servicio médico y por la falta de herramientas e insumos en sus instalaciones costa afuera, lo que obliga a los trabajadores a utilizar equipos hechizos y aumentar los riesgos de accidentes.
Denunció lo anterior Maribel Ventura Gutiérrez, secretaria general del organismo Petroleros Contra la Corrupción, A.C., al señalar que los compromisos del presidente Andrés Manuel López Obrador, de trasladar aquí las oficinas centrales de Pemex, son una muestra del desacato de Romero Oropeza, que no sólo se burla del pueblo, sino también del mandatario federal, al incumplir con sus instrucciones.
“Desde el inicio de la administración, Romero Oropeza sólo ha dado argumentos para no asentarse en la Isla, considerada sólo de nombre, la capital petrolera de México, además de prometer reiteradamente, que ahora sí habrá de llevarse a cabo el traslado”, aseveró.
Recordó que en el pasado inmediato, ser derechohabiente de los servicios de salud de Pemex era un orgullo, ya que se contaba con personal de probada calidad, así como los medicamentos necesarios para los tratamientos que recetaran o bien, se subrogaban las especialidades que fueran necesarias o los fármacos, dando una atención de calidad.
“Hoy faltan médicos de especialidades básicas para una clínica y un elevado desabasto de medicamentos, los cuales prácticamente te obligan a comprarlos, debiendo esperar hasta cuatro y cinco meses para que se cubran, al otorgar peor atención que en las comunidades rurales del país”, indicó.
De la misma manera, la fallida política de austeridad que promueve el director de Pemex sólo se reflejan en los trabajadores, ya el funcionario se encuentra resguardado por un séquito de guaruras, mayor al utilizado por el presidente López Obrador, sostuvo.
“Y qué decir que los contratos que ha licitado para que se les brinden grandes viandas en sus reuniones, mientras que a los trabajadores, se les continúa limitando en el servicio de alimentación y hotelería en las plataformas”, refirió.
Para finalizar, la activista sostuvo es el peor momento de la petrolera nacional en muchos años, donde incluso cada instante hay que modificar las proyecciones de producción, ya que no se alcanzan, pese a los supuestos ahorros que se tienen por el combate al huachicol.
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