Tribuna Campeche

Diario Independiente

Carrera sucesoria

Son varios los aspirantes de Morena para suceder a la ineficiente y arbitraria gobernadora Layda Elena Sansores San Román, entre ellos, al menos dos de sus familiares muy cercanos…

Con el inicio oficial del cuarto año de Gobierno de la inepta, negligente y arbitraria gobernadora Layda Elena Sansores San Román, que ocurrió a partir del 16 de septiembre, arranca también la carrera sucesoria en que cada uno de los partidos pulirá al personaje que propondrá para ocupar la silla principal del cuarto piso del Palacio de Gobierno.

Los resultados de la pasada elección, no sólo en el ámbito estatal sino también federal, permiten anticipar que la lucha se dará entre dos partidos: Morena y Movimiento Ciudadano, cada uno con sus territorios bien identificados, controlados y dominados, y con sus fortalezas y debilidades, a los que deberán poner atención para evitar la pérdida de su capital político.

Por nombres, es aventurado adelantar certezas. Lo que abundan son posibilidades, y en este ámbito figuran por Morena el alcalde carmelita Pablo Gutiérrez Lazarus, única carta fuerte de la senecta mandataria, pero quien puede jugar, por si lo hacen a un lado en Morena, por cualquier otro partido político o coalición.

También en Morena se apunta el senador Aníbal Ostoa Ortega, quien se presenta como “el más votado en la historia de Campeche”, porque efectivamente, en las dos elecciones en que ha participado, acumuló la cifra más alta de sufragios. No exactamente atribuibles a su arrastre y simpatía, sino por otros factores que en otras entregas nos vamos a detenernos a explicar.

Hay otras dos cartas que probablemente pueda lanzar la negligente Sansores San Román: su hermanita Laura y su sobrino Gerardo Sánchez, “Seso Loco”. Por sí mismos no ganarían ni la elección más pioja en que participen, pero con todo el aparato y los recursos del Estado a su favor, pudieran arañar el triunfo.

Por Movimiento Ciudadano sólo queda la figura de Biby Rabelo de la Torre. Por eso es que el objetivo primordial de la anciana de Palacio y de sus “operadores políticos”, es aniquilarla, sea mediante tácticas políticas, como el plantón que le mantienen desde hace más de una semana, o mediante la manipulación de las leyes para integrarle carpetas de investigación que pudieran devenir en una inhabilitación similar a la que le endilgaron a Eliseo Fernández. A quien por cierto, aún no podemos descartar del todo, pues no ha trascendido a qué acuerdos llegó MOCI, con el voto nulo del senador Daniel Barreda Pavón.

A los otros partidos no hay que descartarlos, puesto que a estas alturas cualquiera puede ganar una elección, pero en términos estrictamente objetivos, ni el PAN ni el PRI tienen con quién, ni con qué ubicarse por lo menos en la fila de los partidos competitivos. Tienen que trabajar mucho en su reestructuración y en su cercanía con la gente, para que se puedan asomar en el horizonte sucesorio.

¡Comparte esta nota!