Estela Reyes, representante de la Red de Mujeres y Hombres por una Opinión Pública con Perspectiva de Género (Redmyh) A.C., señaló que, aunque la violencia basada en creencias religiosas no es el foco principal en Campeche, sí se percibe una clara discriminación hacia quienes no comparten las creencias predominantes, profundamente arraigadas en la cultura local.
Reyes enfatizó la falta de datos científicos que permitan entender la magnitud de este problema en el estado, lo que complica el diseño de estrategias para enfrentarlo. Recalcó que toda forma de violencia, incluida la discriminación por creencias, es una violación a los derechos humanos que debe ser abordada con urgencia.
A pesar de algunos avances en derechos humanos y equidad de género, Campeche sigue siendo un estado conservador influenciado por la religión, lo que se refleja en la resistencia a los cambios en temas como los derechos sexuales y reproductivos, la diversidad sexual y la laicidad del Estado. Aunque se han creado instancias para la protección de los derechos de las mujeres, las estructuras conservadoras limitan políticas más inclusivas y progresistas en estas áreas.
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