Francisco Rodríguez
Se lleva y ¡no se aguanta! Andrés Manuel López Obrador manifestó su enojo porque Brozo, El Payaso Tenebroso, recién planteó la disyuntiva que los mexicanos debemos resolver a la de ya.
¿Queremos democracia o queremos una dictadura?
AMLO, enojado, se puso el saco de dictador.
Le queda a la perfección.
Lo peor es que es un dictador más que autoritario ¡y de derecha!
El repunte del autoritarismo en México como en prácticamente todo el mundo ha tomado por sorpresa a las viejas formaciones políticas, al grado de que muchas de ellas están en un real peligro de desaparecer para ceder el paso y las trincheras electorales convencionales a nuevas expresiones sin rumbo ni ideología, pero con un gran impacto entre los ciudadanos insatisfechos y anti sistémicos permanentes.
Vivimos la hora de la confusión y del cobro de facturas a pesadas burocracias que no han podido responder a las nuevas posiciones supuestamente nacionalistas que tienen como objetivo frenar los derechos de las mujeres, el empuje de las franjas vulnerables, las necesidades de empleo de los migrantes y hasta los derechos de las poblaciones en desventaja.
Sin embargo, las ofertas programáticas de los autoritarios —bien que sean de izquierda o de derecha, como lo es AMLO— pegan en la línea de flotación de las economías, en las pensiones, en la falta de mano de obra para los puestos de trabajo, en el respeto a la solidaridad internacional y finalmente en la equidad, la tolerancia y el desarrollo equilibrado al interior de todos los países.
Junto con el autoritarismo emergen la anarquía y el desenfreno demagógico para enfrentar problemas que sólo requieren de más democracia, pero las sociedades se enfrentan a intereses y grupos de presión que aprovechan este vacío para imponer sus objetivos y para sembrar a sus grupos afines al frente de los gobiernos.
Por todos lados surge el filofascismo, las actitudes nazistas modernas, se empolla, a ciencia y paciencia del electorado sin brújula, el famoso huevo de la serpiente que relatara el genial director sueco de cine Ingmar Bergman, al explicar por qué era necesario impedir que el reptil naciera para hincar sus colmillos en la piel de los inocentes.
En la película de 1978, el retrato de la sociedad alemana de los veinte del siglo anterior era el escenario ideal para exponer las razones del incubamiento de Adolf Hitler. Pero se parece tanto a nosotros que vale la pena poner mucha atención en los prolegómenos que suceden en nuestro país, ante la miseria, el desempleo y la fascinación de muchos sectores sobre la absurda militarización y el peso de la mano dura.
Morena, más a la derecha que el PAN. No es necesario ser demasiado perspicaz para darse cuenta del recrudecimiento de las posiciones filofascistas en el seno del mayor caldo de cultivo de esa doctrina política, en la escuela de cuadros de los intolerantes y antiprogresistas: el Partido Morena que, en ese rubro, ha desplazado al PAN, tradicionalmente el brazo derecho del sistema mexicano.
Porque, además, no son pocas las actitudes rayanas en el conservadurismo “mocho” de AMLO con respecto al feminismo, al aborto, a las uniones homosexuales, a la adopción de niños por parejas homoparentales…
Los grandes capitales también se mudaron del PAN a Morena, pues hacer negocios sin licitaciones y prácticamente sin organismos de supervisión que exijan la rendición de cuentas es de lo más sencillo en la cuarta transformación, siempre y cuando en los “bisnes” tengan participación El Jota Erre, El Andy y El Bobby, los hijos de López Obrador.
La dirigencia formal del Movimiento, en manos de Mario Delgado, sustentada por una poderosa mafia monetaria formada por él y, entre otros, los huachicoleros del noreste del país, así como las múltiples transas con grupos delincuenciales nacionales y extranjeros de las que existen testimonios entre las denuncias penales muy conocidas y procesadas en tribunales italianos, por ejemplo.
Igualmente indeseable para los morenistas de hueso guinda es el apoyo a las ambiciones reeleccionistas de López Obrador a través de su “corcholata” y/o su hijo El Andy. El daño causado por este negociante de la política a la estructura de Morena es irremediable. Existen muchos testimonios de cómo perjudicó las estructuras de las secretarías del Despacho Presidencial y la dignidad de sus titulares ordenándoles negocios con sus amigos en los que él resultó ser el tercero beneficiado.
Militarizar, principio de una dictadura. Tampoco digieren los cuatroteros las enormes cantidades de recursos manejados por generales y almirantes, a quienes se empoderó en prácticamente todos los ámbitos, desplazando a los civiles de tareas que les corresponden. Tarde o temprano se descubrirá el destino de esa masa monetaria, y no estamos hablando de contar chiles, sino de miles de millones de pesos en efectivo. Para las buenas conciencias de Morena —si es que aún queda alguna—, esto sería casi igual a tragar cicuta.
De por sí ya es suicida que Morena y su supuesta candidata carguen en campaña con la culpa de la aberrante estrategia de “abrazos y no balazos” para la delincuencia que ha marcado al sexenio de AMLO como el más mortífero de todos los tiempos. Pero ella es inconsciente. Y ahí va cargando Claudia Sheinbaum con ese pesado fardo sobre su endeble anatomía.
“Abrazos y no balazos” que hacen parecer al Estado y a las Fuerzas Armadas como Tancredos al servicio de intereses criminales, y que ya ha dado como resultado la derrota de las instituciones y una estela que suma más de 200 mil ejecutados, torturados y eliminados, la mayoría miembros de la sociedad y de la población civil. Es imposible siquiera pensarlo en el seno de un partido que se dice de izquierda, pero que como el de AMLO es de la más rancia derecha filo fascista.
En Europa Oriental, el cuarto de guerra. Morena es receptáculo de todo tipo de recursos pecuniarios. Los del crimen organizado, por supuesto; los que secretarios del Despacho Presidencial, gobernadores y alcaldes extraen del erario, pero también de empresarios que se han beneficiado con negocios obtenidos por favoritismo, compadrazgo o influencia de los hijos de López Obrador, los grandes mercachifles del sexenio.
También en especie. Los engallados morenistas tienen contactos sólidos con gobiernos y empresarios de la Europa del Este, los maquiladores de la Cortina de Hierro que saben demasiado de las tácticas de espionaje incubadas durante la Guerra Fría entre los grupos policiacos de la represión antisocialista.
Son muy duchos. Lo primero que hicieron los cuatroteros filo fascistas fue contratar los servicios de empresas informáticas manejadas por robots tecnológicos que utilizan las computadoras de última generación para producir memes inmediatos para mofarse de la candidata de la oposición.
La agencia propagandística oficial de Vladimir Putin, Russian Times, conocida por sus siglas RT, más los robots y las empresas que se ubican convenientemente en los países de Europa Oriental son como el cuarto de guerra ideal para socavar las esperanzas de cambio y para ridiculizar los improperios y deslices políticos que producen los dirigentes del PAN, PRI, PRD y su candidata a la Presidencia.
Juzgan que estas tácticas nazi fascistas pueden contener el avance de Xóchitl Gálvez, pero la población informada no se traga el cuento.
Dicen chairos y Amlovers colocados en el equipo cercano al coordinador de campaña que habita en Palacio Nacional que, como en el amor, la guerra y la política todo se vale.
Y como no hay quien tenga la autoridad física ni moral para impedirlo, ya tenemos entre nosotros al huevo de la serpiente.
Lo que le faltaba a este destrozado país se va haciendo realidad: el imperio de la invasión de las conciencias, el torcimiento de las voluntades políticas para hacernos parecer más a Trump, a Marie Le Pen, y desgajar y dividir aún más la voluntad política de los inocentes mexicanos.
El sueño de los merolicos de la política se hace realidad en México, faltaba más. Ya se les hacía tarde para imponer otro pensamiento monocorde en el tablero.
Y una dictadura, con López Obrador al frente de ella.
Indicios. Para intentar levantar la alicaída campaña de su “corcholata” que ya no sólo está estancada —han sido tres largos años de autopromoción— y, por el contrario, ya empezó a caer, López Obrador está a punto de llevar a cabo una gran burla a los trabajadores de México. Ha anunciado que el próximo 5 de febrero, día en el que se conmemora la promulgación de la Carta Magna que nos rige, anunciará una iniciativa de ley para que los pensionados se jubilen con el 100 por ciento del salario que perciban su último día laboral. Sabe de antemano que, por cuestiones financieras tanto de empresas como del propio Gobierno, tal proyecto de ley no pasará por los votos que en contra le brinden las oposiciones en ambas Cámaras. Pero lo usará para golpear al PAN, PRI y PRD presentándolos como contrarios a “las legítimas demandas de la clase obrera” y zarandajas por el estilo. Por eso, ¿qué tal si las huestes de Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano le aprueban la “ideota”, pero con la condición de que surta efecto inmediato. Seguro meterán en un lío al propio AMLO, al secretario de Hacienda y hasta a la Casa de Moneda que tendrá que redoblar el funcionamiento de sus maquinitas de hacer billetes. Luego, si ganan la elección presidencial, pueden derogar la ley. * * * MW Group dio a conocer su semanal certero análisis de la conversación digital, esto es, lo que los usuarios publican en redes, sobre la reforma a las pensiones referida líneas arriba y ¡el 77% cree que de lo que se trata es de que AMLO se va a robar el dinero de las Afores! Contraproducente, hasta el momento. * * * Y ya encarrerado el ratón, como se dice comúnmente, el todavía Presidente de la República avisó como si fuera advertencia: “Espérense el paquete de iniciativas de reforma, que va a estar, espérense, si es el día 5 de febrero, ese día las presento todas, todas, ya estoy trabajando, son varios equipos y ese día se presentan formalmente. Alrededor de 10, pero pueden ser 20”, dijo en la matiné de este martes. Como si fueran enchiladas… o tesis plagiadas… o títulos académicos más falsos que una moneda de 17 centavos. En serie, pues. * * *Como cada año, en Davos, Suiza, se celebra la reunión anual de economía y finanzas a la que asisten los estadistas de muchas naciones, los CEO’s de las empresas que mejor cotizan en los mercados bursátiles, economistas de talla mundial y una pléyade de personajes ávidos de hacer negocios lícitos para sus países y/o empresas. Por quinto año consecutivo México no está presente, perdiendo con ello grandes oportunidades de inversión y de creación de empleos. Todo porque el dictadorzuelo tabasqueño tiene ideas preconcebidas y erróneas sobre dicha reunión. * * * Y por hoy es todo. Gracias por leer este espacio de comunicación. Le deseo, como siempre, ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
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