Inseguridad ahoga a los pescadores

Ante falta de vigilancia de la Semar, persisten los robos

Ante la falta de vigilancia de la Secretaría de Marina (Semar), continúan los robos en el sector ribereño, pues la semana pasada a una cooperativa le sustrajeron dos motores fuera de borda, y según comentarios entre los pescadores, fue identificada una bodega en la colonia Caracol donde tenían esos y otros equipos.

José del Carmen Mendoza Gallegos, presidente de la Unión de Pescadores Ribereños “Por el Progreso de Carmen”, recalcó que por la inseguridad, los pescadores no quieren salir al mar si los patrones no les dan un arma para defenderse de los “piratas”.

A inicios y finales de la semana pasada, a una cooperativa le robaron dos motores y una lancha, y pescadores fueron rescatados horas después de ser dejados a la deriva.

Por fortuna, el dueño de la asociación interpuso demanda de inmediato, pues más o menos sabía dónde ubicar a los rateros, y con apoyo de autoridades ministeriales llegaron a la bodega ubicada en la colonia Caracol para recuperar sus motores.

“Llegaba una lancha con el motor que acababan de robar. Al interceptarla las autoridades, se percataron que tenían el que le habían robado días atrás y como cuatro más que seguramente eran de otras víctimas de este mismo grupo de ladrones”.

Con estas evidencias, la autoridad debería tomar cartas en el asunto ante la ola de violencia que atenta contra la seguridad de los pescadores, sin embargo, hasta el momento siguen sin pronunciarse y no presentan a quienes estarían detrás de este delito, que ya nos tiene cansados, aseveró Mendoza Gallegos.

“No es posible que si ya encontraron la bodega y detuvieron a una persona, aún no cierran el inmueble, pues el detenido tiene que saber quiénes son los otros rateros. Tampoco han detenido al dueño, pese a que se sabe que andan haciendo sus fechorías”.

No sé qué esperan las autoridades para actuar, ¿acaso a que empiecen a matar a los compañeros a quienes les quitan sus embarcaciones, o que se arme una matazón? La gente no quiere ir a pescar si el dueño de la lancha no les da un arma para defenderse. Hasta ese punto hemos llegado, y no es justo, concluyó Mendoza Gallegos.