Sé que mi tía me dio posada por un tiempo, pero no era necesario que procediera legalmente para que me vaya con mi familia de su casa, pues al ser parientes era suficiente con el diáloga, expresó Froilán.
Y es que la movilización policiaca y abogados de la Casa de Justicia sobre la calle 37 por Corregidora de la colonia Independencia, llamó la atención de propios y extraños.
En el interior de la humilde vivienda los litigantes dialogaron con él, quien se identificó como sobrino de la dueña, y dijo no saber por qué procedió de esa manera.
No es lo correcto, podemos hablar para llegar a un arreglo y ver a dónde me voy, con lo cual evitaría problemas legales, expuso, pero se negó a abandonar la casa.
En el predio viven la propietaria y el sobrino con su esposa, tres hijos y un nieto.
Ante la falta de respuesta favorable, las autoridades se retiraron para continuar con el proceso legal de desalojo y entregar el domicilio a la inconforme.
Casi traicionado por las lágrimas, Froilán dijo ser albañil y por ahora no hay trabajo, lo que quizá enfadó a su tía, quien, reveló, intenta agarrar de chacha a su esposa al encargarle las labores domésticas sin pagarle.
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