Enrique Pastor Cruz Carranza
Con gran indignación, la científica, corcholata oficial y coordinadora de Morena en vía de formalizar el dedazo grotesco de Andrés Manuel López Obrador (el abuelito), para mantener el poder dictatorial que aspira implementar con su alianza narco-militarizada, Claudia Sheinbaum Pardo se muestra sorprendida después de comentar todas las leyes de equidad y normas existentes en el INE, que la obliguen a bajar su propaganda política electoral totalmente ilícita.
La inminente candidata por montaje digno de un circo de arrabal, con la parafernalia de patiños, arlequines, vampiros y entuertos sin un ápice de vergüenza, está muy molesta, pues se está atentando a lo que ella llama “su libertad de expresión” y de reunión, cuando fueron parte de los reclamos en oposición que formaron motivos de las reglas que hoy norman las previas y todo el proceso electoral dándoles el triunfo en 2018.
La científica pretende hacer una jugarreta cargada de drama y victimización muy lejos de tener la mínima dosis de congruencia, pues si en un Gobierno se ha convertido a la libertad de expresión y el derecho a la Información en papilla, objeto de mordazas de sangre es la cuarta transformación.
Permítame ilustrarla señora científica y/o corcholata oficial: en lo que va del sexenio del atrofiado abuelo, México es el país más peligroso para ser periodista, pues se ha roto récord de asesinatos, ejecuciones , acosos y judicializar toda intolerancia contra comunicadores que no cubran el perfil soñado de AMLO.
La persecución fiscal, cancelación de publicidad institucional se maneja como premio a los linchamientos bajo consigna con multimillonarios contratos directamente aprobados por AMLO, como los que muy generosamente ustedes le entregaron a sus predilectos como El Fisgón, El astillero (en fuga), el Granma jornalero, los mininos de Chucho Ramírez y los chacales de Jenaro Villamil y los actuales megacontratos con Televisa.
A los libres y decentes se les mantiene al margen, con campañas de odio sin precedentes y todas las mañaneras donde se estigmatiza a críticos y se mandan mensajes perversamente de incitación criminal, a sus fanáticos sin capacidad de razonamiento.
Esa libertad de expresión que, usted se pregunta Sra. científica —¿dónde estará?–, la ha secuestrado el movimiento de Morena y pandilla aliada al cual usted coordina con bastón pero sin mando, por orden del dictador en ciernes AMLO.
El mismo que intentó desaparecer al INE, INAI, SCJN y tener a sus pies senadores y diputados mediocres, corruptos, arrastrados, y todos aquellos ladrones, saqueadores, impresentables que en sus giras presenta como nuevas adquisiciones, purificados vía fast track, para asumir como nuevos siervos tartufos del mesías de Macuspana.
No se puede escupir al cielo cuando las leyes que ustedes han violado sin empacho hoy les causan escozor, y sólo quieren reforzar sus campañas de polarización y destrucción de instituciones.
¡Basta de hipocresía!
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