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Sancho policías

“Además de abuso de autoridad, es un acto de cobardía que el procaz uniformado complementó, solicitando el auxilio de otras patrullas y unidades para que lo liberaran de esa situación y de paso se llevaran al sancheado…”.

Tremendos escándalos han protagonizado en días recientes los policías leales a la Momia Guanajuatense, dos de ellos por asegurar de manera violenta y con evidentes violaciones a sus derechos humanos a un empleado de la plataforma ”mandadito” en la Isla de Tris, y otro que fue descubierto en plena acción en su papel de Sancho en una unidad habitacional de la capital del Estado, narró preocupado el poeta Casimiro.

—“Cuando habla usted de Sancho, le cuestionó don Memín al poeta,  supongo que no se refiere a mi antecesor y clon de hace más de cuatro siglos y fiel lugarteniente del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”.

—“No sabía que eras pariente del legendario Sancho Panza, le respondió intrigada doña Chela. Lo creo por tu pronunciado abdomen caguamero, pero tú eres más malix que europeo, así que no me trago ese cuento de que seas pariente de ese ibérico personaje”, complementó.

Don Julián estalló en sonoras carcajadas ante la cara de enojo con que don Memín miró de reojo a doña Chela, y para calmar los ánimos, recordó que Sancho también se le dice en nuestro país al amante de una mujer casada. Diversos estudios sobre este tema han concluido que para merecer tal apelativo, se debe cumplir el oficio en la propia casa del marido, pues si lo ejerce en otra parte, un motel por ejemplo, entonces podrá llamarse solamente amante, pero nunca Sancho”.

—“Interesantes sus disquisiciones para referirse al caso del policía que fue pillado por el marido de la mujer infiel, ejerciendo la traición en la propia casa del ofendido, y quien en lugar de recibir su merecido por su traicionera acción, le  salió lo machito y sacó su arma para obligar al marido a retirarse ¡de su propio domicilio!, lo que además de abuso de autoridad, es un acto de cobardía que el procaz uniformado complementó solicitando el auxilio de otras patrullas y unidades para que lo liberaran de esa situación y de paso se llevaran al sancheado”, narró el poeta Casimiro.

—“Fue el chisme de todo el fin de semana, y como pueblo chico, infierno grande, ya  circularon las fotos de la pérfida que traicionó a su noble pareja, así como la del polisancho, que en lugar de castigo fue premiado, ya que no sale a patrullar, pues sólo se encarga de la pluma de la sede policial. Todo un ejemplo del respeto de la farsante comandanta por la familia”, lamentó doña Chela.

—“Y de los policías que detuvieron con exceso de golpes y además le robaron su teléfono a un joven repartidor ya ni hablar, ya que esa práctica es cotidiana en nuestro querido terruño, sin que la Momia Guanajuatense ponga interés en garantizar el respeto a los derechos humanos.  Si ella es una canalla violentadora de género, ¿qué se puede esperar de sus subalternos? Y eso es lo que están haciendo seguir su pésimo y deplorable ejemplo”, concluyó encabronado el poeta Casimiro.

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