Complicidad electoral 

Le conviene a la perversa Layda Sansores tener arrodillados a los consejeros electorales que no le son leales, para tomar el control político del Instituto a cambio de sanear sus finanzas…

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) embargó activos del Instituto Electoral del Estado de Campeche (IEEC) para saldar una añeja deuda que data de los tiempos de Mayra Fabiola Bojórquez González y que rebasa los 110 millones de pesos. La exconsejera presidenta no ha sido tocada ni con la hoja de un citatorio, por lo que disfruta de la dolce vita, mientras la autoridad electoral ha sido prácticamente desmantelada.

Es parte de las complicidades que rodean al Gobierno de la perversa Layda Sansores San Román, pues Bojórquez González se prestó al manipuleo electoral que en 2021 le permitió a la hoy gobernadora alzarse con el triunfo, y en recompensa recibió inmunidad. No solo eso, también es asesora de Morena en el Estado,  y aspira a continuar su carrera como magistrada electoral.

En cambio, el Instituto Electoral está casi en ruinas, y otra de sus expresidentas, Lirio Suárez Améndola, quien tuvo el valor de denunciar los hechos y pedir cárcel para su antecesora, (quien entregó adeudos millonarios no solo con el IMSS sino con Hacienda y con los partidos políticos), padeció la suerte de los héroes fallidos pues la defenestraron, y ahora sufre el acoso y hostigamiento del corrupto Gobierno de Layda Sansores, por presuntos adeudos ante la Fundación Pablo García.

No hay que pasar por alto ese episodio del Instituto Electoral porque es algo que pudo haberse evitado si se citaba a comparecer a Mayra Fabiola y se le obligaba a reintegrar lo que se había desfalcado. El Instituto Estatal para Devolverle al Pueblo lo Robado, habría tenido un exitoso debut si confiscando bienes y cuentas bancarias de los saqueadores, hubiera salvado el prestigio del IEEC.

Pero no se quiso, porque así le conviene a la perversa Layda Sansores: tener arrodillados a los consejeros electorales que no le son leales, para tomar el control político del Instituto a cambio de sanear sus finanzas. No se quiso hacer por la vía legal, que era la asignación de mayor presupuesto por parte del Congreso del Estado, precisamente para facilitar la intromisión de la senecta mandataria.

Ella sabe perfectamente bien que su triunfo fue ampliamente cuestionado aquí y en China, pese a que arrancó su campaña electoral con 40 por ciento de ventaja sobre sus competidores, pero terminó alcanzando el “triunfo” gracias a los votos que le arrimó el PT, a cuyos militantes por cierto, jamás se lo ha agradecido ni les ha compensado, ya que ninguno de ellos estás en el gabinete, y si hay dos o tres petistas ocupando puestos terciarios en el equipo de Gobierno es mucho decir.

Hay que estar pendientes de lo que suceda en este tema. La inepta Layda Elena sabe que solo con marrullerías podría intentar hacer que gane otra vez Morena la gubernatura y por eso necesita tejer una vasta red de complicidades. Y los consejeros electorales son parte primordial, esencialísima en ese perverso objetivo.