Tribuna Campeche

Diario Independiente

En las Tripas del jaguar: 20 de julio de 2023

LA CORRUPTA ACUSA CORRUPCIÓN. ¿Se ha preguntado por qué doña Corrupta nunca presenta denuncias de las supuestas irregularidades que revela en su show semanal? Y la respuesta es sencilla, porque es mentirosa. No tiene pruebas para sustentar lo que excreta su enorme e inyectada boca.


Lleva dos años desacreditando y denostando a sus enemigos políticos y críticos. Los presenta como “presuntos delincuentes”, pero no denuncia legalmente a ninguno. Su mandato no pasa de ser un show mediático para ocultar su rotundo fracaso, su falta de resultados y desde luego, robos y corruptelas que comenten sus lacayos.


Su “equipo de inteligencia”, dirigido por su sobrino Seso Loco, lleva aún más tiempo espiando a los campechanos, indagando asuntos personales que no le incumben, para luego editar videos a los que ni los jueces les dan validez. Pero el punto aquí es, ¿con qué calidad moral denuncia corrupción una probada corrupta? Ya olvidó que está demandada por desviar más de 120 millones de pesos en la Álvaro Obregón.

TUVO MIEDO A REPRESALIAS. Como habrá podido apreciar en el pasado show semanal, doña Corrupta cambió de sede, temerosa de que los transportistas la abordaran para exigirle cumplir lo que les prometió en campaña, y que luego acordó con ellos en pasada reunión. Los engañó, y tiene miedo de que los transportistas tomen represalias.


Ya les habíamos advertido que doña Corrupta no tiene palabra, que si una característica había sido constante en ella durante su transitar político era su proclividad a la traición. Y no nos equivocamos, nos ha dado la razón. Pero, ¿se va a pasar el resto de su mandato huyendo como bandida?


Bien dicen que quien nada debe, nada teme. Y doña Corrupta debe tener podrida la conciencia. Prueba de ello fue que en su pasado show huyó de su sede habitual. Los transportistas tomarán medidas más severas tan pronto les afecte sus intereses. Y no tardan. ¿Cuál será la reacción cuando se caliente el tema? No tardaremos en verlo.

VA DE CUENTO. PARTE 1. Había una vez una infeliz cerdita salvaje llamada Corruptona, que reinaba en un país llamado Jabalilandia, cuyos habitantes tenían que soportar desplantes, arrebatos y locuras de la irreverente y arbitraria cerdita, producto de sus frustraciones personales.


Fea al nacer, y horrible al crecer, Corruptona era infeliz desde que iba a la escuela, porque los niños se burlaban de su amorfo cuerpo, redonda cabeza de lec y grotesca boca, que la hacían ver como calabaza de Halloween.


Ese resentimiento social empeoró en su época universitaria, pues los ridículos atuendos y múltiples pañoletas amarradas a su cabeza no lograban ocultar la desgracia de la carencia de gracia de la cerdita Corruptona, que no dejaba de ser tema de plática en reuniones a las cuales no era requerida.
Pero fue una de esas burlas la que le dio idea de cómo cambiar esa percepción social. Cuando uno de sus acosadores le dijo que parecía una bruja, decidió aprender el arte del hechizo, para así aparentar todo lo opuesto a lo que era. (Este cuento continuará. Terminamos aquí porque se nos acabó el espacio).

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