De cabeza, como todo su Gobierno, está el combate a la corrupción en el Estado de Campeche que dice impulsar la nefasta y vengativa gobernadora Layda Elena Sansores San Román, y para Ripley, aunque usted no lo crea, los campesinos del ejido San Pablo Pixtún, Champotón, que denunciaron el desvío de más de tres millones de pesos para un camino cosechero y la rehabilitación de un campo de béisbol, ahora están siendo investigados por calumnias y daño moral. Que nadie dude que esos valientes ejidatarios serán declarados culpables.
En este espacio ya habíamos hablado del tema, y señalamos como protagonista principal de ese episodio de corrupción, saqueo y malas mañas, a Ramón Gabriel Ochoa Peña, el secretario de Desarrollo Agropecuario del Gobierno de Sansores San Román.
Los campesinos de San Pablo Pixtún, encabezados por su representante, Abigaíl Chan Piña, realizaron un recorrido por el camino sacacosechas que supuestamente ya está terminado y funcionando, y con videos testimoniales comprobaron que no hay nada de eso; que el tramo sigue igual que antes, y que los pocos avances que se observan fueron realizados por los mismos agricultores, por lo que pidieron a la Secretaría de la Contraloría del nefasto Gobierno de Layda Sansores, que investigue y proceda en consecuencia.
También documentaron que la supuesta rehabilitación del campo de béisbol “Bugambilias” es otra de las obras fantasmas, pues a simple vista no se observa mejoría, pero eso sí, ya dan el recurso como ejercido. Más de tres millones de pesos desaparecidos.
¿Cómo respondió el Gobierno de la corrupta Sansores San Román al reclamo de los campesinos de San Pablo Pixtún? Como siempre, con amenazas y con represión, pues ordenó al comisario ejidal de esa comunidad, Elmer Jesús Barabato Maldonado, que presentara querella por daño moral ante el Juzgado Primero de Primera Instancia del Primer Distrito Judicial, el cual quedó asentado con el expediente 36/24-2025/1C-I, por daño moral contra un medio local y el dirigente campesino Chan Piña
Es obvio decir que el Juzgado respondió de inmediato citando al campesino Abigaíl Chan Piña a comparecer y a que compruebe sus dichos, o de lo contrario, que proceda a la reparación del daño moral. ¡Qué celeridad en atender las denuncias contra los críticos del Gobierno de la arbitraria Sansores San Román, pero qué lentitud para investigar todas las denuncias por corrupción que se han presentado contra los funcionarios de esta Administración y contra los parientes de la propia mandataria.
Y qué curioso, los denunciantes enviados por el corrupto Gobierrno de Layda Sansores, argumentan que el líder Chan Piña “estaría recibiendo financiamiento del Ayuntamiento de Champotón para llevar a cabo actividades que intentarían desacreditar la labor del Gobierno de Layda Sansores San Román”.
¡Recáspita! ¡Recórcholis! ¡Pasumecha! ¿Qué, acaso el Gobierno Municipal de Champotón no está en manos de la morenista Claudeth Sarricolea Castillejo, quien el día de su toma de posesión como alcaldesa reelecta declaró públicamente que Layda Sansores era la mejor gobernadora en la historia de Campeche? O es que en eso consiste su pretensión de desacreditarla, otorgándole una distinción que no le corresponde pero ni en lo más mínimo?
En realidad son pretextos para seguir politizando o partidizando todas las denuncias que se puedan presentar por la corrupción que impera en la nefasta Administración de Todos los Sansores. Desacreditar al denunciante, intentar sobornarlo y si no lo consiguen, pues entonces enviarlo a los juzgados a sufrir las embestidas del Poder Judicial que acata ciegamente las instrucciones de la inepta, negligente y vengativa gobernadora.
Apenas el martes pasado, durante la emisión de su horrendo y aburrido programa, la farsante gobernadora Sansores convocó a los campechanos a no quedarse callados, y a imitar al niño paliceño conocido como “El Choco”, quien estuvo extraviado por casi una semana en las selvas campechanas, para no seguir “soportando malos tratos”, pero cuando los pobladores se cansan de tanta pinche transa de su Gobierno, los acosa, los difama y los denuncia para que sean castigados por “daño moral”.
Una prueba más de la ineptitud, incongruencia, contradicción y falsedad del Gobierno de Layda Sansores, y de su teatral compromiso por combatir la corrupción, pues cuando son los suyos los que delinquen, saquean y roban, los protege con el manto de la impunidad, con el cariño de su encubrimiento y con toda la fuerza del Poder Judicial para sancionar a quienes con valentía y decisión se atreven a dar la cara y a señalar por sus nombres a los corruptos de este régimen, como el secretario de Desarrollo Agropecuario, Ramón Gabriel Ochoa Peña.
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