Huye de los reporteros gobernadora

Para evitar responder sobre los raquíticos resultados en materia de seguridad y por los videos difundidos a nivel nacional, donde funcionarios de la 4T y de su confianza, como el jefe de su Oficina, Armando Constantino Toledo Jamit; el secretario de Educación (Seduc), Raúl Aarón Pozos Lanz, y la senadora morenista Rocío Adriana Abreu Artiñano, reciben cantidades millonarias en efectivo en el Palacio de Gobierno, la gobernadora Layda Sansores huyó de los medios de comunicación.

Tras la conmemoración por el 110 aniversario del Ejército, y a diferencia de las declaraciones envalentonadas que hace mientras lee el prompter con los mensajes de su sobrino Gerardo “Seso Loco” Sánchez Sansores, su equipo de seguridad integrada por mujeres evitó a toda costa que se le acercaran. Salió por la puerta trasera, donde la esperaba su lujosa Suburban blanca.

Mientras miembros de la prensa buscaban acercamiento con la mandataria morenista, ésta optó por hacer caso omiso a la petición de una declaración y aceleró el paso para llegar a su vehículo y retirarse de la 33ª Zona Militar, donde presidió evento con representantes del Ejército Mexicano.

No respondió a preguntas sobre las investigaciones respecto a los baleados en Carmen y Campeche, las medidas que implementará con Pozos Lanz y Toledo Jamit por la recepción de recursos de procedencia ilícita, o si estará dispuesta a someter a su Gobierno y funcionarios a una consulta popular por revocación de mandato, ante los nulos resultados en materia de seguridad.

Como se recordará, la encuesta de Rubrum que dio a conocer esta semana TRIBUNA, posicionó al Gobierno Estatal como uno de los cinco peor evaluados del país, al ocupar la posición 29, con calificación de 4.13 que le otorgó la ciudadanía, por lo cual son los propios campechanos quienes han calificado y recriminado a la Administración sansorista.

En el mismo sentido, organismos como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a través de evaluaciones realizadas periódicamente, revela que desde que Layda Sansores ascendió a la gubernatura, la política económica, de seguridad y laboral ha ido en declive desde el 2021, ya que el encarecimiento de la canasta básica y la carencia de oportunidades de empleo, son cada vez más notorias.