Tribuna Campeche

Diario Independiente

Juicios sumarios

Los 5 indiciados, víctimas de este nuevo juicio sumario, participaron en las marchas de protesta pero se ‘disciplinaron’ cuando empezaron a sentir el rigor de los castigos salariales…

Como si fueran dos tortillas de un mismo comal, la senecta gobernadora Layda Sansores y su consentida, la corrupta, cínica e inepta Marcela Muñoz, subieron a sus redes sociales mensajes en que presumieron que no van a tolerar actos de extorsión y que detuvieron a cinco agentes policiacos, destacamentados en el filtro de Santa Adelaida, Palizada, que incurrieron en diversas irregularidades y fueron puestos a disposición en la Fiscalía General del Estado de Campeche.

Se trata, presuntamente, de los oficiales Patricio C.R., Wilberth L.P., Víctor Ch.T., David U.P. y Albert Ch.K., a quienes, de acuerdo con un boletín emitido por la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, se les relaciona con el aseguramiento de “190 mil pesos en efectivo, hierba seca con características propias de la marihuana, una bolsa con fragmentos sólidos con apariencia de droga, así como boletas de infracción foliadas que aparentemente no están vigentes y otras rellenadas que no habrían entregado al departamento administrativo”. 

También difundieron fotografías de los presuntos involucrados, así como los objetos y material que les decomisaron, lo que implicó la revisión de las pertenencias personales de los involucrados, sin contar con la orden de alguna autoridad judicial.

Aparentemente se trata de un logro más, de otra “estrellita” que la corrupta guanajuatense y la insensible mandataria se colgarán en la solapa, pero la verdad es otra.

De entrada, los cinco indiciados víctimas de este nuevo juicio sumario, participaron en las marchas de protesta contra la negligente Muñoz Martínez, pero se ‘disciplinaron’ cuando empezaron a sentir el rigor de los castigos salariales. No dude usted que en alguno de los shows de los martes de la corrupta gobernadora, nos lo presenten como cabecillas de la rebelión y como infiltrados en la corporación. En el fondo se trata de otra etapa de la venganza.

Dos. El retén de Santa Adelaida era el único que se mantenía activo. Todos los demás, incluido el de Kobén, fueron desmantelados desde la llegada de la inepta Marcela. Los propios agentes sospechan que eso se ha hecho para facilitar el tráfico de indocumentados y de ‘otras cosas’. Con este “acto de corrupción”, ya tienen el pretexto ideal para que esa caseta deje de funcionar como filtro de revisión y tendrán entonces cancha libre para transitar por todo el Estado. ¿Otro compromiso cumplido con el o los padrinos de la corrupta guanajuatense?

Lo peor es que, según comentan los propios uniformados, el plan es que en toda la Península de Yucatán, incluyendo Veracruz, Tabasco y Chiapas, se eliminen esos molestosos retenes que tanto afectan a las operaciones cotidianas de los grupos delincuenciales. Así que más adelante veremos qué tan grave se pone esto.

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