MANOS ATADAS

Ya sabemos en Campeche por dónde pasan las adjudicaciones de las escasas obras que se realizan y a qué intereses hay que satisfacer. Nos aseguran que esos datos han llegado ya a los oídos presidenciales…

Fue en territorio tabasqueño donde la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo dio el banderazo de inicio de la modernización de la carretera Macuspana-Escárcega, de poco más de 300 kilómetros, en que se invertirán más de 11 mil 200 millones de pesos. Evento al que por cierto, no fue invitada la gobernadora de Campeche, Layda Elena Sansores San Román.

Ya es común que en ese tipo de eventos excluyan a la nefasta mandataria campechana. En primer lugar, porque se realizó en fin de semana, cuando ella acostumbra irse de paseo a la capital del país, y además, porque su compañía ya no es del agrado de la presidenta Sheinbaum.

Eran otros tiempos, cuando hasta en fin de semana se obligaba a la vengativa Layda Elena a acudir a los eventos presidenciales, en esos días cuando Andrés Manuel supervisaba las obras del Tren Maya o ponía en servicio museos en los sitios arqueológicos, y la gobernanta se desvivía en elogios hacia el tabasqueño. Ahora, con una presidenta que sí la conoce de fondo, Layda Elena sufre el desdén y hasta la segregación.

Que el inicio de esa importantísima obra se haya realizado en territorio tabasqueño, también tiene su mensaje. Quiere decir que todas las licitaciones y asignaciones de 300 kilómetros de obra —130 para la ampliación de dos a cuatro carriles, y 170 de mantenimiento en tramos que ya son de cuatro carriles— están listas al 100 por ciento y que no se requerirá ni la participación ni la asesoría de ningún Rasputín campechano.

Ya sabemos en Campeche por dónde pasan las adjudicaciones de las escasas obras que se realizan, y a qué intereses hay que satisfacer, así que podemos presumir que al menos de este multimillonario proyecto no saldrá ninguna mochada para apuntalar el patrimonio familiar.

Es bueno que la presidenta Sheinbaum esté enterada del manejo de las licitaciones en Campeche. Sabemos de algunos empresarios afectados que han documentado la enorme corrupción que impera, qué requisitos se imponen y hacia dónde dirigen el ‘diezmo’ (que en realidad es de al menos 20% del costo total). No sabemos si ya investigan pero de que hay indicios de ese entramado corrupto, de eso no tenemos duda.