Tribuna Campeche

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Arrepiéntase, aún tiene salvación | Pecadores sociales

Arlequín (*)

¿Es usted uno de esos pecadores que están defendiendo al Poder Judicial? Vade retro Satán, aún está a tiempo de arrepentirse, y salvarse de arder en el infierno neoliberal. Primero: deje de defender los fideicomisos con valor de 15 mil millones de pesos que han amasado los trabajadores del Poder Judicial Federal; después, repita: “creo en un solo Poder Ejecutivo omnipotente, amaré la cuarta transformación por sobre todas las cosas”. Y finalmente, ore: “AMLO es mi pastor, nada me faltará”.
Ahora que su pecado social ha sido expiado, y los demonios exorcizados, viene la explicación: no se trata de que el Poder Ejecutivo, que encabeza el presidente López Obrador, quiera quedarse con los ahorros por 15 mil millones de pesos fortachones que los trabajadores del Poder Judicial han acumulado en esos 14 fideicomisos, sino que el Presidente sí sabe para qué sirve el dinero y cómo gastar mejor esos recursos. Así que no se deje engañar, no caiga en el pecado de defender los dineros de los jueces, recuerde las sabias palabras de nuestro Presidente: “el dinero es el papá y la mamá del diablo”.
“Es lamentable que estas cosas se estén expresando, manifestando que se den estas protestas, porque es injusto, es defender privilegios, es pecado social. ¿Cómo se va a defender a quienes viven colmados de atenciones, de privilegios?”, dijo, y con toda razón el presidente AMLO. Él ya ha demostrado que sabe gastar bien los recursos, pues en 2020 extinguió 109 fideicomisos, que tenían 64 mil millones de pesos y que estaban destinados a rubros como el campo, el turismo, la ciencia, la educación, los desastres naturales, e inyectó ese dinero para pagar, al menos una parte pequeña, de portentosas obras de infraestructura, y dejó claro que nuestro líder sabe abrir la chequera y gastar, pero en cosas que le sirvan al pueblo y no en lujos baratos.
Por ejemplo, ha pagado con dinero del pueblo 16 mil millones de dólares (es decir multiplique por 18 los fideicomisos que le extinguirá al Poder Judicial, dado que esos son en pesos) en la construcción de una gran refinería en su tierra natal, Tabasco.
Y, ya veo venir el golpe conservador, seguro dirá que la refinería aún no refina un solo barril de petróleo, que no ha producido ni lo suficiente para llenar el tanque de una motocicleta de esas que se venden en abonos chiquitos. Pero no le quede la duda de que refinará, en su momento y a su tiempo, refinará. Piense que no es cualquier cosa construir una refinería de la magnitud que tendrá Dos Bocas, y menos en tiempos de que ya nadie quiere invertir en este tipo de obras, pues en el mundo están deslumbrados con esa cosa neoliberal de las energías limpias.
Y como buen conservador, al que ningún viento le refresca, seguro el ejemplo de la refinería de Dos Bocas no le convence, y no cree usted que se esté gastando bien el dinero del pueblo. Pues, aquí le va otro ejemplo: el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Primero, se gastaron 331 mil millones de pesos para pagar el costo de la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAIM) que el corrupto régimen priísta de Enrique Peña Nieto comenzó a construir.
Y luego, con sólo otros 116 mil millones de pesos, el Gobierno de la cuarta transformación construyó el mejor aeropuerto de América Latina, el AIFA. Aunque en un principio el Gobierno calculó que la terminal aérea costaría unos 75 mil millones de pesos, el costo acabó por elevarse un poquito, ya ve como son los albañiles que dicen un precio y siempre salen con que la varilla subió, que necesitan más gente, que los lunes no llegan todos los trabajadores y que hay que pagar a otros, y muchos otros piquitos que van saliendo, pero, al final del día, ahí está, imponente y majestuoso, el AIFA.
Y justo ahora es cuando usted, clasemediero aspiracionista, saldrá con su cantaleta de que nadie usa ese aeropuerto, que está vacío, pues, resulta que nadie quiere volar desde el AIFA porque hay una consigna de los conservadores para sabotear el proyecto emblemático de AMLO. Pero, como aquí el que manda es el señor Presidente, si las líneas aéreas privadas no quieren volar al AIFA, el Gobierno creó su propia aerolínea, tengan para que aprendan.
Ahora, que los mexicanos ya tenemos aeropuerto, sólo nos faltaban los aviones, y nuestro líder ya nos los compró, otro gasto bien hecho, le echamos dinero bueno al bueno, y todos a viajar en la nueva aerolínea Mexicana. Si, a pesar de que aquí se le ha demostrado con dos ejemplos palmarios la manera tan eficiente de gastar del Presidente, usted decide seguir defendiendo a los jueces y sus fideicomisos, es un pecador social irredento, ya nada se puede hacer por su alma y arderá en el infierno de los conservadores y fifís.
Arrepiéntase aún tiene salvación.
ME CANSO GANSO. – ¿Y los pecadillos de la 4T?
Coincidentemente, también se trata de unos 15 mil millones de pesos, pero este dinero, en vez de estar guardado en un fideicomiso, está en las cajas fuertes de algunos funcionarios del actual Gobierno, miembros de una red de corrupción que defraudaron a la dependencia pública Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), encargada de llevar alimentos a los más pobres del país. ¿Esto no entrará en las santas leyes de la cuarta transformación en la categoría de “pecado social”?

(*) Analista serio de la política cómica.

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