Tribuna Campeche

Diario Independiente

Siempre hay otros: Conversando; Martha Martínez Miranda

Mariano Espinosa Rafful

No se trata de buscar el sentido de la vida, sino de encontrarlo en cada momento.

Jean Paul Sartre.

Así como hay momentos inolvidables en la vida de cada ser humano, también llevamos en la memoria, esa que no olvida por lo pronto, hasta este tiempo de describir y descubrir las fotografías en el pasado, y actualizando en sentimientos caminos sospechosamente agradables y de garatas experiencias mutuas.

Siempre he apostado por los retos con la seguridad de la expresión auténtica, la palabra que con firmeza se expresa en lo autentico, sin cortapisas ni medias tintas, así conocí por voluntad propia y por necesidad en el 2007 a un señorón que se adelantó a ese viaje al infinito: don Arturo Martínez Rocha.

Fue en febrero, lo tengo muy presente aún como si hubiera sido ayer mismo, caminé a su oficina en el Congreso de la Unión, el diputado federal por Campeche, ganador en las urnas a Juan Carlos del Río González, que tres años antes había competido este por la gubernatura de nuestro Estado, no quedando muy distante del ganador Jorge Carlos Hurtado Valdez.

Estaba recién desempacado de Ciudad del Carmen, a invitación de mi entrañable amigo, hoy diputado local por Puebla, Jorge Charbel Estefan Chidiac, ya como asesor en la Comisión de Hacienda, del cual era su presidente por cierto en la LX Legislatura federal, todo esto gracias a las coincidencias en un informe del Gobierno Municipal con Aracely Escalante Jasso, una gran mujer carmelita, política en toda la extensión de la palabra y amiga de mi familia desde siempre.

Con el número de celular de Martínez Rocha, una llamada que dispuso nos conociéramos ese día en el restaurante “Los Cristales” al interior del recinto en San Lázaro, como testigo de ese encuentro mi primo Jorge Yunis Rafful Zepeda, quien ya laboraba para la Coordinación Campeche de los priístas.

Mi carta de presentación fue mi naturalidad en la necesidad de sumar a favor de un proyecto, un Municipio como Carmen y mi

Estado de Campeche, mis fortalezas eran mis conocimientos del entorno, pero sobre todo mi cercanía con todo lo que pudiera extender la comunicación asertiva de don Arturo, con las tareas legislativas de su labor en las comisiones donde fue ubicado.

Con esa bonhomía que le caracterizaba y que conocí y reconocí en él, de botepronto me sorprendió diciéndome que me integrara a su equipo en dos días, para iniciar en la quincena, renuncié al cargo de asesor con mi amigo poblano, pero nativo de Oaxaca, donde vivimos inolvidables momentos en la juventud, y me integré de lleno a colaborar con un ser humano extraordinario.

Ahí tuve la oportunidad de coincidir con su sobrina, carmelita hoy por cierto, porque esa solidaridad que muestra Martha Martínez Miranda en las comunidades de todo nuestro Municipio, el cual conoce desde la región de los ríos hasta Nuevo Campechito, en la Península de Atasta, las coincidencias fueron todas esos poco más de dos años, en la labor social de apoyar las causas de los que menos tenían.

Una mujer de compromiso, de pocas palabras pero de muchísimo trabajo, sin grilla, sin alborotos, en la información y formación de cuadros para apoyar eventos de don Arturo Martínez Rocha, sin preferencias, sin comodidades, multiplicando afectos hacia su persona siempre.

Hoy continúa con esa labor en el altruismo, en la suma de voluntades, en los esfuerzos compartidos, en esos años eran constantes las llamadas, los correos, dar atención a todos por igual, lo mismo sindicalizados con problemas que no eran atendidos en la Sección 47, que había dejado el legislador federal, por cumplimento de su periodo estatutario, pero los derrames de petróleo, los grupos ambientalistas, todos eran recibidos, escuchados, y había una solución, recuerdo.

Me quedo con tu amistad desde el primer momento Martha, Martita como te nombro cuando hablamos por teléfono, teniendo en ti a una mujer excepcional, como pocas en mi pueblo, ese Carmen que has visto crecer, y sobre todo has puesto de tu parte para que así sea.


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