Autoritaria

El “pasado de los Gobiernos autoritarios” no está tan lejano, sino que está totalmente presente en el Gobierno de la perversa y corrupta Sansores San Román no toma en cuenta a la población en la planeación de sus acciones…

Durante la inauguración del Foro “Gobernanza con justicia y participación ciudadana” como parte de las acciones para conformar el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, el subsecretario de Gobernación, César Yáñez Centeno, quien fuera uno de los hombres más cercanos al expresidente López Obrador, le dijo a la nefasta gobernadora de Campeche, Layda Elena Sansores San Román que los gobiernos de la 4T son esencialmente democráticos, no autoritarios ni corruptos.

De lectura moderada, pero mirando de reojo con frecuencia a su anfitriona —quien por cierto después de ese evento realizado a las 9 de la mañana del sábado, voló una vez más a la capital del país a pasar su fin de semana lejos de Campeche— Yáñez Centeno le reiteró que “la construcción del segundo piso de la cuarta transformación requiere de la participación de todos, a fin de tener un país más humanista, justo y tecnológicamente desarrollado…”.

Le recordó que “en el pasado, el bloque gobernante decidía cuales eran las prioridades económicas y sociales de la población, siempre privilegiando a los sectores con quienes  tenían compromiso, sin tomar en cuenta que primero debían ser los pobres”.

Habría que aclararle al subsecretario de Gobernación, que ese “pasado” al que se refiere no está tan lejano, por el contrario, está totalmente presente en Campeche, donde el Gobierno de la perversa y corrupta Sansores San Román no toma en cuenta a la población en la planeación de sus acciones.

Un ejemplo claro y cercano lo constituye el proyecto Tren Ligero, que en Campeche no tomó la opinión de las asociaciones de profesionistas en planeación urbana, ni de los colegios de Arquitectos e Ingenieros Civiles, y muchísimo menos de la población que “iba a ser beneficiada”, pero que finalmente va a ser terriblemente afectada por una obra innecesaria, extremadamente cara, y que además, destruyó gran parte del malecón, taponeó los drenajes naturales, por lo que se anticipan severas inundaciones para el tiempo de lluvias, además de que por la falta de planeación y adecuada coordinación con la autoridad municipal, es cosa de todos los días que rompan los ductos de agua potable.

Si tomamos como válida la definición de Yáñez Centeno acerca de lo que son “los gobiernos de la 4T”, entonces damos por sentado de una vez que el de la señora Sansores no lo es, porque ni ha habido diálogo con todos los sectores, ni se han tomado decisiones democráticas, y mucho menos se ha erradicado la corrupción de esas prácticas para asignar obras, contratos y demás servicios de proveeduría. Al contrario, el “moche” sigue presente y hasta se expandió, si antes se pedía el 10 por ciento, ahora el Seso Loco y demás operadores de la anciana mandataria no se conforman con menos del 20 por ciento.

Vistas así las cosas, entendemos el porqué el Gobierno Federal tiene los ojos bien puestos en Campeche. Su Gobierno está lejano a representar a la 4T, y si se permite que ese cáncer siga creciendo, puede contaminar a los de sus alrededores.