DE CAPA CAÍDA

Las recientes encuestas ratifican que Morena sigue en el primer lugar de las preferencias electorales, pero también muestran que su respaldo ciudadano va de bajada…

Hay varias maneras de interpretar una encuesta. Independientemente de los resultados inmediatistas —qué partido o candidato lleva la delantera— se debería revisar el crecimiento o descenso en las preferencias ciudadanas y compararlos con los meses previos, a fin de evitar triunfalismos innecesarios, o al revés, derrotas anticipadas.

Hace dos días, Demoscopia Digital difundió los resultados de sus sondeos de marzo, en que de nueva cuenta coloca al Partido Morena a la cabeza de las preferencias, con el 37.4 por ciento. A MOCI le da un 25.1, al PRI el 5.1, al PAN 3.1, al PT 2.8 y al Partido Verde, el 2.4 por ciento.

En las preferencias por alianzas, Morena-PT y PVEM alcanzan el 41.8 por ciento, MOCI se mantiene con su 25.9 (crece ocho décimas en comparación con el resultado anterior) y el PRI-PAN tendrían el 9.9 por ciento.

Pero si comparamos esas cifras por ejemplo, con las de enero, de la misma casa encuestadora, en que Morena tenía el 39. 2 por ciento, veríamos un desplome de al menos dos puntos porcentuales pues en marzo sus números fueron de 37.4%. Moci tenía en enero 25.4 y para marzo bajó cuatro décimas, al llegar a 25.1.

La alianza morenista también bajó, pues en enero sumaban 42.3 por ciento y para marzo bajaron al 41.8 por ciento.

Pudieran parecer cifras menores, pero no hay que olvidar que la elección por la gubernatura en 2021 tuvo una diferencia de menos de dos puntos porcentuales (33.25 de Morena y 31.93 % de MOCI), de suerte que se debe dimensionar con realismo lo que puede significar en el futuro, que el partido oficial no esté creciendo en las preferencias ciudadanas.

De entrada se entiende el alejamiento de las simpatías hacia Morena. La  gobernadora Layda Sansores ha tenido un trabajo nefasto. El desencanto que ha provocado en las propias filas del partido guinda, y en general, en toda la ciudadanía, tienen forzosamente un impacto electoral.

Falta mucho ciertamente para las elecciones constitucionales en que se renovará la gubernatura, y así como se ven las cosas, ningún partido ni precandidato tiene seguro nada. Mucho menos si, como en el caso de Morena, están empeñados en bajar del primer sitio a Pablo Gutiérrez, para encumbrar a la secretaria de Gobierno, Elisa Hernández. 

De hecho en el sondeo al que nos referimos, ponen a Pablo con el 35.1 por ciento de respaldo, a Liza con el 30.8, a Aníbal Ostoa con el 30.3, a Rocío Abreu con el 18.2 y a Claudeth Sarricolea, con el 8.7 por ciento.  Pero si sumamos esas cifras nos da 123.1 por ciento, lo que resulta absurdo y evidencia no sólo que se trata de una encuesta cuchareada, sino que la obsesión por imponer a la secretaria de Gobierno, no les permite presentar sondeos creíbles.