MUY BREVE MANUAL DE NEGOCIOS PARA IDIOTAS.
Es difícil que entiendas de negocios cuando toda tu vida has sido un parásito del Gobierno, pero seremos prácticos. Supongamos que en plena senectud te das cuenta que aún puedes preparar y vender 10 paletas de hielo, y lo haces. Un día llega un cliente y contrata comprarte 50 al día. Empleas entonces a dos ayudantes, a los cuales tienes que pagarles IMSS, Infonavit y otras prestaciones.
Al requerir otro congelador para almacenar más paletas, sube el cobro de la CFE, y como le facturas al cliente, tienes que pagar impuestos al Gobierno y contratar un contador que te auxilie en ese aspecto. Esa gran venta implicó costos adicionales, que obligan a subir el precio de las paletas, pero ahora tienes manera de producir más paletas y ganar más dinero, sin tener más costos.
¿Fue delito ganar más dinero? No. ¿Fue delito subir el precio por ese trabajo que conllevó mayor tiempo, esfuerzo y personal? Tampoco. ¿Fue delito venderle a ese cliente? Menos aún. Ahora apliquemos la teoría a la realidad. Nosotros vendimos espacios publicitarios al mismo cliente al que la senecta renta desde hace décadas inmuebles viejos a precios de estreno. ¿Quién es el corrupto?
ENFERMA OBSESIÓN CONTRA NOSOTROS. Lo más desvergonzado es que ha sido una sanguijuela de ese mismo cliente toda su vida. Ha utilizado (o traficado) sus influencias para que ese cliente dé empleo a sus familiares, firme contratos por servicios ficticios de Internet con las empresas de su sobrinito, y se obligue a seguir rentando y pagando a precios millonarios sus propiedades. Es el mejor ejemplo de corrupción. Y está a la vista.
Ahora nuevamente abusa de su poder para indebidamente afirmar que ganó algo de lo cual ni siquiera se nos ha enterado, en su enferma obsesión de callarnos. Debería darle vergüenza, porque además de exhibir otra vez su corrupción, pone en riesgo el salario de quienes aquí laboran. Pero es inútil hablarle de ética, moral, valores y principios, porque carece de ellos. Creció entre la basura.
No soporta que le digan sus verdades, y cree que engaña con un programa ridículo, al cual debería cambiarle el nombre. Podría llamarse La Hora del Jabalí, porque lo conducen dos puercas salvajes. Estaría acorde a lo que se ve en la pantalla.
SAQUEARON EL CENTRO HISTÓRICO. Quienes pasean regularmente por el Parque Principal de la capital comentan que pintaron las mismas bancas, las mismas rejas y las mismas láminas torcidas del kiosco central. Si acaso repararon algunas luces. Por ello se preguntan, ¿dónde carajo invirtieron los 100 millones de pesos que servirían para modernizar el Centro Histórico?
Le dieron una pinche mano de gato a algunas fachadas sin medidas preparatorias para la aplicación de la pintura, que hoy ya se descarapela y acusa el mal trabajo. Lo mismo hicieron con los otros parques. Aplicaron una mano de gato para darles lucidez temporal, que facturaron a precios estrafalarios. Saquearon el dinero que serviría para mejorar la capital. Por eso se niegan a informar a detalle.
Doña Corrupta está acabando con Campeche. Mantiene en la miseria a apicultores, agricultores, ganaderos, empresarios y transportistas, mientras sus imbéciles sobrinitos juegan a gobernar. Los ánimos se han calentado, la gente está harta. Quien acabaría con la corrupción resultó peor.
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