Tras ser despedido sin explicación alguna hace varias semanas por el alcalde Pablo Gutiérrez Lazarus y no recibir liquidación, Julio César Loría López, de 51 años de edad, fue encontrado sin vida y en estado de putrefacción dentro de su domicilio, en la colonia Centro.
De acuerdo con familiares y amigos, Loría López entró en profunda depresión por la decisión del munícipe, y aunque pasó horas a las afueras del Palacio Municipal para pedir de favor que lo reinstalaran, nunca obtuvo respuesta de la autoridad.
Al no saber de él varios días, ayer alrededor de las 15:00 horas decidieron ir a visitarlo a su domicilio, ubicado en la calle 41-A, por 24 y 26.
Al llegar tocaron varias veces la puerta, pero no obtuvieron respuesta y a través de la ventana vieron a su pariente tirado en la cocina, y en estado de descomposición. Avisaron al 911.
Llegó personal de la Cruz Roja y de la Dirección de Seguridad Pública, pero sólo acordonaron la zona para esperar a elementos ministeriales.
Los familiares autorizaron que ingresaran al domicilio, sin embargo, los policías aclararon que no era posible, pues como se trataba de una persona sin vida, la autoridad ministerial tenía que entrar.
Trabajadores de la Vicefiscalía y peritos en criminalística arribaron e ingresaron a revisar la escena. Tras constatar que no se trató de un hecho violento, levantaron el cuerpo para llevarlo a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), y realizarle la necropsia de ley.
Horas después, los restos de Julio César fueron entregados a los familiares, para darle cristiana sepultura.
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