En violación a la veda electoral, la gobernadora Layda Elena Sansores San Román admitió su intromisión en la consulta de revocación de mandato del presiente Andrés Manuel López Obrador que organiza el Instituto Nacional Electoral (INE), al confirmar que está visitando comunidades para convencer y movilizar a la ciudadanía a que salgan a votar.
Durante encuentro con sus ‘combatientes del 97’ en la sede estatal del partido Morena, la mandataria expuso que el 10 de abril —día de la consulta— tiene que ser inolvidable y registrarlo el líder que nunca nos dejó solos’, en alusión al Presidente de la República.
“Que sepa que aquí se le ama como ayer y más que ayer, porque nunca nos dejó ni nos ha dejado solos, no tenemos otra prueba que darle”, rubricó.
Asimismo, y en afán de congraciarse, Sansores San Román ofreció trabajo en el Gobierno del Estado a los longevos de la llamada ‘Resistencia Civil del 97’, y aseguró que, si no los hay, habrá que inventárselos.
Y no desaprovechó la oportunidad para culpar al exgobernador priísta Alejandro Moreno Cárdenas del ‘caos’ que en su Gobierno, pero expuso que el senador morenista Arturo Moo Cahuich está comisionado para que ninguno de sus ‘combatientes’ se quede sin trabajo en el Gobierno, o en su caso, sus hijos.
“Nos estamos con algunos tardando un poco, y crean que me llena de angustia, porque como ellos se apoderaron y cuando iban a salir metieron como a dos mil trabajadores y les dieron incluso base para que no pudiéramos moverlos”, justificó, pero afirmó que ‘esto lo vamos a hacer meticulosamente’.
Por ello, la gobernadora morenista les dijo que está llamando a los secretarios de Estado para ver cuáles son los espacios, y les pidió paciencia, al garantizarles que ninguno se quedará fuera, y reiterar que ‘si es necesario inventaremos un lugar para ustedes’.
“Estoy dando de aquí a finales de marzo, que es además cuando nos llega el presupuesto y sabremos con cuánto contamos para que queden todos ubicados”, remató, al tiempo que les pidió que levanten la mano a los que ya están ubicados de alguna manera en su Gobierno, y reconoció que “le faltan un chingo”.
“Tenemos que apurarnos mucho más. Esto nos da una idea, pero es un compromiso y, créanme, no se desesperen. De repente les ofrecemos este puesto de abogado de ocho mil pesos, no lo desechen, éntrenle, porque lo primero es poner un pie adentro”, les expresó como justificación.
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