Gira de desaires de Sansores por dos Municipios

TENABO.— Con retraso de una hora, la gobernadora Layda Elena Sansores San Román reinauguró el auditorio municipal, entregó motocarros y desairó a decenas de ciudadanos y mototaxistas que la esperaron varias horas para intentar hablar con ella, lo que no lograron por la obstaculización de sus colaboradores, que se encargaron de alejarlos para “no causarle molestias”.

El reinaugurado auditorio estaba repleto de acarreados de otros Municipios —en su mayoría morenistas—, así como de decenas de funcionarios del Gobierno, que se encargaron de promover que la mandataria tiene simpatía popular.

A su llegada, dos grupos de mototaxistas buscaron entrevistarse con ella y solicitarle apoyos, y los desairó. Esa misma situación vivieron los tenabeños que esperaban plantearle algunas circunstancias, pero no se los permitieron, porque un grupo de sus colaboradores los interceptó y les advirtió que no les permitirían molestar a la gobernadora.

También dejó mal a un grupo de morenistas, que la esperó con cabeza de cochino, y pese a que recibieron gratificaciones para ser parte del teatro, se retiraron por el retraso de más de una hora. Algunos comentaron que el compromiso era de permanecer una hora en el lugar, pero que la mandataria no había cumplido.

En Hecelchakán Sansores San Román llegó con hora y media de retraso a la inauguración de la Escuela Primaria “Estado de Chiapas”, en donde padres de familia y alumnos la esperaban desde las once de la mañana.

Inicialmente sólo llegaron el secretario de Gobierno, el chiapaneco Aníbal Ostoa Ortega, y el secretario de Educación, Raúl Aarón Pozos Lanz. A los niños los habían preparado para que le ofrecieran a la gobernadora la cabeza de cochino y bailables regionales, pero por la tardanza estuvieron a punto de sufrir insolación. Cuando al fin apareció sólo fue para cortar el listón, tomarse unas fotos para justificar su presencia y se retiró del lugar.

Gerardo López Pech, Romina Sánchez Pool y María Hau Dzib consideraron que “es una falta de respeto que nos hagan venir tan temprano y hacer esperar a los niños, que pudieron sufrir insolación, por la elevada temperatura. Ni nos dieron tiempo de decir que faltó que terminen bien la escuela. Está a medias, pero todo fue rápido. A propósito llegó tarde, para que no la increparan.

De ahí Sansores se trasladó al módulo IV del Instituto Campechano a “inaugurar” una parte nueva que aún no está terminada. Al evento sólo llegaron funcionarios de dependencias de Gobierno, como el Centro de Salud y directores de escuelas.

Los pobladores aseguraron que Layda Sansores está inaugurando obras del Gobierno anterior, a lo que no respondió. Mejor optó por enviar un breve mensaje, supuestamente por malestar en su garganta, por lo que se retiró rápidamente. Trabajadores del Instituto intentaron dialogar con ella para pedir que les mejoren sus salarios, pero los amedrentaron con la aplicación de represalias, y se abstuvieron.