Con el agua al cuello

Es una obligación moral del Gobierno de la señora Sansores remediar los errores del acueducto de Calakmul. Y el compromiso no es solo con su gurú, López Obrador, sino sobre todo con los pobladores…

La respuesta gubernamental a la denuncia pública sobre la infuncionalidad del acueducto de Calakmul que costó alrededor de 1,700 millones de pesos, y no ha arrojado ni una gota de agua, no deja de ser ridícula.

Contra lo que dicen los más de 70 mil pobladores afectados por esa obra, en el sentido de que no les ha llegado el vital líquido, tal y como les prometieron, el ‘Gobierno’ de Layda Sansores, respondió que sí hay agua.

Seguramente que la respuesta de los pobladores ante las mentiras de su Gobierno será ejemplar. No se puede jugar con una necesidad básica, y tampoco engañarlos con obras demasiado costosas que al final, envueltas en todo tipo de actos de corrupción, dejan a la población con la misma sed de antes.

Se entiende la defensa del Gobierno de Layda Sansores al reportaje difundido por TV Azteca la semana pasada: se trata de una obra del ‘intocable’ Andrés Manuel López Obrador, y además en su “inauguración” (así, entre comillas), estuvo presente la propia mandataria campechana. Avalaron una obra que no solo no habían concluido, sino que a más de un año de distancia, sigue sin arrojar una sola gota de agua.

Han anunciado ahora la dispersión de 80 millones de pesos para mejorar el sistema de abastecimiento en la zona. Se trata de una cifra tentadora para las ambiciones ilimitadas de los personeros de la gobernadora, quien si bien asegura que no ha recibido un solo peso proveniente de la corrupción, eso no significa que lo haya operado a través de terceras personas, y por los antecedentes que de él se han revelado públicamente, ya sabemos que su sobrino Seso Loco, es un experto en la materia.

Es una obligación moral del Gobierno de la señora Sansores remediar los errores de los constructores del Ejército que mal realizaron el acueducto de Calakmul. Y el compromiso no es solo con su gurú, el expresidente López Obrador, sino también y sobre todo, con los pobladores de esa región que han sido históricamente rezagados por los gobiernos insensibles que han pasado por Campeche, como el actual.

Y hay otros pendientes en materia de agua potable que deben ser atendidos con carácter de urgente. Como el acueducto de Hobomó, que se encuentra abandonado desde el inicio de esta Administración, y al que no se le ha inyectado un solo peso para que pueda funcionar. Quizá debido a celos políticos.

Ya es hora de que se pongan a trabajar en los temas prioritarios, y se dejen de venganzas personales y persecuciones políticas motivadas por sus resentimientos, rencores y frustraciones.