POR: ERNESTO CASTILLO
El legado de destrucción que dejará este Gobierno en todos los ámbitos es tan grave y tan preocupante, que poco se habla del problema de la inflación.
Hoy, la gente en México está peleando por agua y luz. Ya no digamos por medicinas o atención médica, ni mucho menos por pedir seguridad.
Hoy, al término del sexenio que supuestamente iba a transformar la vida de los mexicanos, la principal preocupación de la gente en varias zonas del país es el suministro de agua potable y de energía eléctrica.
Cuando necesidades elementales como el agua y la luz no están cubiertas, lo demás es lo de menos.
Por si esto no fuera alarmante, la política populista de incrementar el salario mínimo ha generado un efecto inflacionario que está pegando directamente en el bolsillo de los mexicanos.
En términos prácticos, sí subió el salario mínimo pero te alcanza para comprar menos que antes. Esto es porque han subido aún más los precios de los bienes y servicios.
No se necesita ser economista para darte cuenta de la inflación galopante. Todo está más caro que antes, pero no más caro que hace 10 años, sino más caro que hace escasos 2 años.
Pero cuando hay tantos problemas y tan serios en el país como la falta de luz, la escasez de medicamentos, los homicidios, la extorsión o el cobro del derecho de piso, entonces por obvias razones, la inflación pasa a ser lo de menos.
Cuando despertemos de esta borrachera populista, la cruda económica causada por Morena va a ser muy difícil de soportar.
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