¿No hay chamba?

Todos los funcionarios abandonan sus obligaciones laborales, porque para ellos es más importante hacerle la barba a la jefa, adularla, hacerle caravanas y decirle que todo está bonito…

Durante los últimos días, la Tía Rata se ha hecho acompañar de todos los integrantes de su gabinete a los eventos públicos a los que asiste, así sean intrascendentes, frívolos o sólo aptos para fifís, como el rally de autos clásicos que pasó por la ciudad capital.

—“Tal vez tiene miedo de ir sola, comentó de sopetón don Memín, ya ven que como la gente no la quiere y cada vez que la ven le recuerdan su 10 de mayo, a lo mejor supone que si va en bola como pandillera, no le van a hacer ni decir nada”.

—“En política —disertó con su sapiencia don Julián— ese gesto puede significar un signo de fortaleza entre los de su equipo. La asumen como su lideresa, como la cabeza del grupo, como la jefa del rebaño y por eso no la dejan sola, pero en contraparte, para el sentido común y corriente, pareciera que los funcionarios del gabinete sólo están disponibles para la fiesta y el sarao, como si no hubiera mucho trabajo por hacer”.

—“Alcancé a ver las imágenes que la Ruca Gacha subió a sus redes sociales —comentó el poeta Casimiro— y sí, en efecto, acudieron todos los secretarios del gabinete, como si se tratara de un evento de importancia, cuando sólo fue el banderazo de salida de un rally de autos clásicos, que no es más que un evento para fifís, en el que por cierto, acostumbraba participar el expresidente azul Calderón Bonaparte”.

—“Pareciera que no hay problemas de inseguridad, como para que la Momia Guanajuatense pierda su tiempo en esos eventuchos, o como si la ciudad no estuviera de cabeza con el desastre de la repavimentación de calles y avenidas, para que el de obras, el neonazi Frankis Rehn se dé el lujo de abandonar sus obligaciones para acompañar a su jefa”, expresó molesto el aseador de calzados don Memín.

El poeta Casimiro insistió en que ese tipo de acciones sólo confirma que el equipo que nos gobierna padece del mismo mal que su jefa. “Todos perdieron el rumbo, todos están mal de la cabeza, y todos abandonan sus obligaciones laborales, porque para ellos es más importante hacerle la barba a la jefa, adularla, caravanearla y decirle que todo está bonito, que su mundo está lleno de florecitas, pajaritos y maripositas de colores, que pululan en el gabinete. O sea, vivimos en el vil autoengaño”, aseveró el vate santanero.

—“Lo importante de todo esto —remató don Julián— es que el pueblo ser da cuenta  de la realidad de las cosas. Los comentarios en redes sociales ante esas acciones de Gobierno son de repudio, de condena e incluso de burla, no exentas de amenazas políticas, porque la mayoría coincide en que no volverán a votar por el partido que postuló a esa caterva de inútiles”.