Mariano Espinosa Rafful
“El que tolera el desorden para evitar la guerra, tiene primero el desorden y después la guerra”.
Maquiavelo.
Todos los días nos debiéramos poner a prueba, precisar para avanzar, cuando en lo colectivo es previsible lo negativo, tenemos las individualidades, que son una parte muy importante en el desarrollo humano en todos los ámbitos de la vida pública, empresarial, social y cultural de México.
La política nunca va a estar en un segundo plano, porque de las definiciones y decisiones que se toman, en los tres niveles de la administración pública, éstas inciden en el día a día de las personas, de todas las edades, familias, grupos vulnerables, lo cual es el reflejo espejo de lo bueno o malo en los alcances de objetivos.
México está hoy en tiempos de valoración entre la población, hay muchos que dudamos de la certeza de los números finales en las encuestas, tendencias de opinión que se expresan en cuestionamientos telefónicos o presenciales, y que serán los que marquen el rumbo de los próximos años.
Ahora son mujeres quienes encabezan las preferencias desde la óptica no sólo de los partidos políticos, tanto en el partido en el Gobierno con sus satélites PT y el Verde Ecologista, sino más la sociedad civil desde el Frente Amplio, que aglutina a tres instituciones políticas, con un desgaste natural pero con resultados, que están en la lucha por abanderar un buen proyecto, sumando PAN, PRI y PRD, voces críticas y además embate a las debilidades del Gobierno Federal, o hacer visible lo que no se hizo bien.
Quizá no se ha sabido “vender” ni el Aeropuerto Felipe Ángeles, porque no les alcanza a quienes tienen tareas específicas, sin margen de maniobra, menos aún estrategias de comunicación para darnos a conocer las bondades de una construcción en la innovación de la modernidad, con más oportunidades de viabilidad que el Internacional de la Ciudad de México.
Pero la política es de momentos, tiempos y circunstancias, no nos atrevemos a realizar pronósticos de un ejercicio inédito en la vida política del país, donde la apertura y adelantos de los procesos electorales son violatorios del marco normativo.
Al menos hasta el tecleo de esta columna de análisis, el desmarque de Enrique Alfaro en Movimiento Ciudadano mueve las fichas de Dante Delgado, en lo que pareciera ser una sumatoria con el partido en el Gobierno Federal, además de la aceptación de Zoé Robledo para no ir por la candidatura de Chiapas, se queda en el IMSS a terminar su responsabilidad.
Estos movimientos son acuerdos entre partidos, no con firma ni formalidad, sino desde las cúpulas del poder, Chiapas volverá al Verde Ecologista, pero lo otro si son riesgos, entre Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes, no vemos imposición de la cual hablan algunos, por parte de Alejandro Moreno, el proceso del lado del Frente Amplio ha transcurrido con menos cuestionamientos.
De la otra parte, Marcelo Ebrard habla de dardos presidenciales cargados a favor de Claudia Sheinbaum, primera en todas las encuestas realizadas desde que era jefa de Gobierno de la Ciudad de México, con Gobiernos estatales que dieron nota al apoyar abiertamente a los alfiles de Morena y del Presidente.
Adán Augusto puede regresar al Senado de la República o una embajada de las más codiciadas, como Francia, pero está la posibilidad, en una contienda cerrada, inédita repetimos, también porque puede darse entre dos mujeres, que sea el que alcance en los momios, con la sociedad civil, quien gane la elección del 2024.
Falta menos dirían los clásicos, será el 3 y 6 de septiembre que se conozca de manera oficial que Claudia Sheinbaum para va por la continuidad morenista, y que Xóchitl Gálvez será la abanderada del Frente Amplio para ganar las presidenciales.
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