Tribuna Campeche

Diario Independiente

Amparo para el Bando

Ya sabemos del carácter represor y violento de este Gobierno de la anciana loca, y no podemos exponernos a sufrir las detenciones arbitrarias de sus gorilitas foráneos, señalaron.

Contagiados por el bullicio de las actividades carnestolendas, don Julián y sus amigos de tertulia, que se reúnen todas las tardes en el Parque Principal, decidieron sumarse este año a los festejos, y participar con su picardía, sarcasmo y agudeza política en el tradicional Sábado de Bando con una comparsa que además de bullanguera, pueda reflejar el ambiente político imperante en la entidad.

—Tú que siempre tienes a tu lado las musas de la inspiración, le dijo don Memín al poeta Casimiro, bien puedes empezar a redactar de una buena vez el decreto que leerá nuestro Rey Feo don “Julián I” para que los habitantes del reino de la  Culebra y la Garrapata se puedan divertir en santa paz sin temor a sufrir agresiones de nadie”.

—“He aceptado gustoso tal distinción, respondió con solemnidad el vate santanero, pero también debo advertirles que, asesorado ya por mi equipo de abogados y juristas, ya estamos tramitando amparos ante la justicia federal, para blindarnos de posibles detenciones arbitrarias, tal y como acostumbra la Tía Rata en contra de los ciudadanos que sacan a relucir su sátira política, sea en el Sábado de Bando, o en alguna otra oportunidad durante las fiestas de Momo y Baco”, externó.

Don Julián se movía nervioso desde su banca ubicada debajo del árbol más frondoso del Parque Principal. No se notaba a gusto con su nominación como Rey Feo.

—“Quiero ceder mi cetro, corona, manto y túnica a don Memín, respondió muy seguro don Julián. A mi edad ya no estoy para esos trotes, y tampoco emular los ridículos consuetudinarios de la Tía Rata, por lo que creo conveniente que sea nuestro rechoncho y sarcástico amigo quien presida esos festejos de la carne, del baile y del buen humor”.

Ni tardo ni perezoso, don Memín aceptó el nombramiento, y designó en automático a doña Chela, para que sea la Reina del Carnaval del Parque Principal. También la exempleada estatal aceptó eufórica y prometió desempeñar su mejor papel.

—Que quede claro empero, declaró la Reina “Chela I”, que no habrá tal comparsa, ni haremos pronunciamiento alguno, si no salimos a la calle con los amparos bajo el brazo. Ya sabemos del carácter represor y violento de este Gobierno de la anciana loca, y no podemos exponernos a sufrir las detenciones arbitrarias de sus gorilitas foráneos. Y que quede claro que no es miedo, sino precaución”, añadió.

Los amigos de don Julián acordaron reunirse todas las noches, después de la tertulia, para los ensayos correspondientes y de paso aconsejaron a quienes deseen participar con sus comparsas tradicionales en el Sábado de Bando, que también tramiten sus amparos, pues la Tía Rata tiene la piel muy sensible y no tolera no la más inocente crítica.

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