Descartan homicidio de adulto mayor

El deceso del sexagenario encontrado en Nuevo Progreso fue una muerte no delictiva, pues se descartó que el cuerpo estuviera atado de pies y manos y que presentara huellas de violencia, pues la autopsia arrojó que derivó de un shock hipovolémico.

En medio del hermetismo que guarda la Vicefiscalía, trascendió que el fallecimiento que se registró el pasado sábado 22 en la comunidad de la Península de Atasta, no fue derivado de alguna acción delictiva.
El cuerpo de Nicolás Morales, de 68 años de edad, fue encontrado en el baño de su vivienda, presentando una herida a la altura de sus genitales, por lo que la pérdida de sangre le provocó el shock hipovolémico.

Familiares del occiso revelaron que sufría de una hernia en sus genitales, lo que le provocaba fuertes dolores, motivo por el cual, en una ocasión habría sido sometido a una cirugía quirúrgica, sin embargo, tiempo más tarde volvió a presentarse.

Las fuentes consultadas revelaron que el sexagenario, ante los fuertes dolores que la hernia le provocaba, acostumbraba amarrar sus genitales a la cintura, para mitigar un poco su sufrimiento, por lo que las personas que encontraron el cuerpo sin vida, pudieron confundir los hechos, dijo una persona allegada a la investigación.

Tras el levantamiento de cuerpo del infortunado jornalero, por personal del servicio forense de la Vicefiscalía, fue trasladado al anfiteatro en la Isla, donde se le practicó la necropsia de ley, descartándose que haya sido víctima de violencia.

El cuerpo fue entregado a sus familiares, quienes a su vez confirmaron la versión de los vecinos del hoy occiso, señalando que Nicolás Morales, se encontraba viviendo con una de sus hijas, pero recientemente había decido regresar a su vivienda en la comunidad.

Se mencionó que la víctima de los fuertes dolores que sufría por su padecimiento, con frecuencia consumía bebidas alcohólicas, para mitigar el sufrimiento.