Por robarse presupuestos
y a campesinos defraudar,
a Ochoa hubieron de lapidar
entre múltiples denuestos.
Encabronada la gente,
le exigió devuelva todo,
y revolcado en el lodo
la muerte se hizo presente.
A su sepelio asistió
la viejita deL Palacio,
que caminando despacio
musitaba, “sí robó”.
Más historias
SIN SOLUCIÓN PARA TIERRAS EXPROPIADAS POR EL TREN MAYA: PROPIETARIOS CONTINÚAN EN PROTESTA
CALAVERITA: MIENTE, INSULTA Y SOBAJA
EL ACTO ATROZ DE MORENA DE DESAPARECER ÓRGANOS AUTÓNOMOS ES PARA ESCONDER INFORMACIÓN Y COSTOS DE PROYECTOS: PAÚL ARCE