Que se investigue el delito confeso del sobrino de la gobernadora Layda Elena Sansores San Román y su esposa América Azar en presunto desvío de recursos públicos, exigieron dirigentes de partidos, diputados locales y activistas políticos, al sostener que las conversaciones comprueban el cochinero, el desorden y la falta de control en el gabinete.
El coordinador de la bancada del PRI, Ricardo Miguel Medina Farfán, el activista político Omar Chiquini Cu y el secretario regional priísta Luis Alonso García Hernández, señalaron que las conversaciones reveladas por Proceso de la gobernadora Layda Sansores y su sobrino Gerardo “Seso Loco” Sánchez, que involucran a América Azar Pérez, ex secretaria de Finanzas en el sexenio pasado, es confesión.
Esos hechos estaban bajo sospecha del pueblo de Campeche, y hoy se confirma con una “sopa de su propia chocolate” a la gobernadora. Es una situación muy grave, en el que se le tienen que fincar responsabilidades, advirtieron.
Se confirma que el Gobierno de Layda Sansores está conformado por verdaderos bandidos y delincuentes, pues la esposa de su sobrino Seso Loco, asesor de las campañas negras, desvió recursos públicos para la campaña de la hoy mandataria, cuando todavía era alcaldesa de la Álvaro Obregón.
Chiquini señaló que el Congreso debe demandar una investigación y proceder en contra de este grupo de delincuentes incrustados en el Gobierno.
Las pláticas de whatsapp evidencian la calidad moral y política de Sansores y las condiciones reales del gabinete, en el que nadie tiene capacidad para atender la demanda del pueblo de Campeche, pues están dedicados a saquear el patrimonio de los campechanos, denunció.
García Hernández señaló que las revelaciones en las conversaciones de Sansores son delitos confesos que no deben quedar impunes. Tienen que ser investigados para fincar responsabilidades penales por corrupción, tanto a la exsecretaria de Finanzas como al Seso Loco, que al amparo de la perversidad política sustrajeron recursos públicos para la campaña de Layda y Morena.
Así como operaron para desviar recursos para fines políticos, lo mismo ocurre para favorecer a la campaña de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo. Eso es corrupción. Medina Farfán demandó que la gobernadora Sansores y el secretario de Gobierno, Aníbal Ostoa, expliquen acerca de la orden para “aquietarlo”, pues es algo grave y preocupante.
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