La opacidad y la falta de coherencia caracterizan los comunicados oficiales del Gobierno de Campeche. Mientras que inicialmente se reportaron 9 lesionados tras los hechos violentos en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Kobén, en su reciente comparecencia, el secretario de Gobierno, Armando Toledo, reveló que en realidad fueron 27 los heridos. Esta cifra incluye a 18 internos atendidos dentro del penal y 9 que requirieron atención de segundo nivel.
El constante ajuste en la información oficial deja en evidencia una clara intención de minimizar la gravedad de los sucesos. Además, Toledo se limitó a declarar que “todo continúa con normalidad” en el reclusorio, intentando dar por cerrado un episodio que afecta la seguridad tanto dentro como fuera del Cereso. La falta de transparencia y la manipulación de cifras no solo generan desconfianza, sino que muestran la indiferencia de las autoridades ante la realidad que viven los reclusos y sus familias.
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