El lastre de Ochoa

No contenta con evadir sus culpas, Layda Elena es muy afecta a encubrir a los corruptos de su Gobierno. Y uno de los más representativos es el titular de la SDA,  Ramón Gabriel Ochoa Peña…

El discurso de combate a la corrupción de la farsante y represora Layda Elena Sansores San Román va de fracaso en fracaso. Su equipo no ha integrado un solo expediente sólido, y sus endebles acusaciones han propiciado que sus perseguidos políticos recuperen la libertad a las  pocas horas de ser detenidos.

El caso de José “N”, exsecretario de Desarrollo Económico es el más reciente. La senecta mandataria lo presentó como el responsable de haber desviado más de 25 millones de pesos para la construcción de una plaza comercial, pero olvidó mencionar que para que se liberara ese recurso, proveniente del Fideicomiso del 2% sobre Nóminas, tuvo que haber participado su sobrina política, la exsecretaria de Finanzas, América Azar Pérez.

Y es que Layda Elena es muy buena para encontrar culpas ajenas, pero muy escapista para responder por las propias. Recuérdese que arrastra un voluminoso expediente en la Alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, en que se le responsabiliza de haber malversado al menos 150 millones de pesos. Sin contabilizar ese bodrio de obra pública que significaron las famosas escaleras eléctricas.

No contenta con evadir sus culpas, Layda Elena es muy afecta a encubrir a los corruptos de su Gobierno. Y uno de los más representativos es sin duda el secretario de Desarrollo Rural, Ramón Gabriel Ochoa Peña, en contra de quien hay acusaciones de desviar más de 20 millones de pesos. Y la cifra seguirá aumentando conforme pasen los días.

Pero de eso no habla la senecta gobernanta en su programa de los martes. Prefiere difamar y ensuciar el nombre de sus adversarios políticos —entre ellos los de su propio equipo de Gobierno, como el rector José Abud—, en lugar de exigir que Ochoa Peña pague por sus culpas.

Pero si Layda perdona, hay que recordarle que el pueblo no. Y es que casi por generación espontánea, campesinos del ejido San Pablo Pixtún, Municipio de Champotón, y de Xmejía, en Hopelchén, salieron a protestar contra el titular de la SDA por las pésimas obras de su Administración. Ambos grupos de campesinos se basan en los dictámenes de la Auditoría Superior del Estado de Campeche (Asecam), que corroboró los multimillonarios desvíos y malversaciones de Ochoa Peña.

Pero la gobernadora ni los ve ni los oye, y prefiere mantener en su cargo al vilipendiado secretario de Desarrollo Rural. Y es que reza bien el viejo, sabio y conocido refrán: dime con quién andas, y te diré quién eres…