Miguel Carbonell
La contienda electoral del 2024 parece ser a primera vista una competencia entre opciones políticas y diferentes ofertas partidistas. Pero hay otro enfoque que puede valer la pena considerar: en el próximo ciclo electoral también estaremos eligiendo el modelo de ciudadanos que queremos ser.
El régimen populista que nos gobierna ha adoptado una serie de políticas paternalistas basadas en subsidios directos a grandes grupos sociales.
No es sano y probablemente no sea siquiera sostenible la visión de tratar al ciudadano como si fuera una persona incapaz de buscar su propia ruta para alcanzar sus metas de vida.
Hay quienes plantean que al subsidiar a millones y millones de personas con recursos en efectivo el gobierno se muestra muy generoso. Olvidan dos cosas importantes: la primera es que esos recursos salen de nuestros bolsillos; la segunda es que direccionar cantidades tan grandes de recursos impide que se dediquen a otras finalidades igualmente apremiantes.
¿Queremos una sociedad articulada sobre una pequeña base de personas emprendedoras que soporten una gran carga fiscal para seguir dando subsidios a diestra y siniestra, o queremos una nación de individuos que tengan efectivamente garantizados sus derechos fundamentales a la educación, a la salud, a un medio ambiente sano, a una vivienda, a un salario remunerador, con autoridades que sean capaces de darnos seguridad pública y buena oferta de infraestructura?
Para establecer nuestras prioridades hay un par de condiciones que tenemos que poner frente a todo lo demás: solamente podremos definir con libertad nuestro destino colectivo mientras México siga teniendo instituciones y procesos democráticos; en las dictaduras no importa lo que queramos, sino lo que quiera solamente una persona.
La segunda condición es igual de importante: necesitamos una agenda en común, que permita una discusión de contenidos y no solamente de apellidos o de orígenes étnicos. En esa agenda deben estar antes que nada cinco prioridades esenciales: salud, educación, seguridad pública, acceso al agua y acceso a fuentes de energía. Si no somos capaces de ponernos de acuerdo en lo que se requiere en esos cinco temas, va a ser muy poco lo que elegiremos en el 2024. Debemos de ponernos a nosotros mismos como prioridad, en vez de seguir privilegiando a la mediocre clase política que tenemos.
Twitter: @MiguelCarbonell
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