EXPEDIENTE | LAYDA, REGAÑADA POR SHEINBAUM

No le fue nada bien a la farsante gobernadora Layda Elena Sansores San Románen la reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo a Escárcega, y durante los eventos privados que sostuvo en Tenabo y Hecelchakán.

De entrada, la mandataria federal le pegó donde más le duele a la senecta Layda Elena, al programar su visita a Campeche durante un fin de semana, impidiendo así que suspendiera su tradicional viaje semanal a la capital del país o a su finca cafetalera de Chiapas. Hacerla trabajar, es sin duda, el castigo más duro que se le puede imponer a la ineficiente gobernanta campechana.

El lenguaje corporal que ambas mujeres evidenciaron durante el acto público en Escárcega no habló de cordialidad, afecto, ni de consentimiento a sus acciones. Por el contrario, la Presidenta de México impuso sus condiciones desde la organización misma del evento. Ya no hubo espacios VIP para los funcionarios estatales y la parentela de los Sansores, que acostumbraban presumir su poder durante esos eventos.

No hubo desayuno gourmet en su ostentosa mansión y tampoco recorrieron juntas algún espacio representativo de Campeche. Estuvieron en un evento público, donde la Presidenta se concentró en hablar para la audiencia y en centrar su mensaje con jiribilla contra la gobernadora.

Le dijo que durante su Gobierno, se deberán seguir, esencialmente, los postulados de la 4T: “Gobernar con el principio de que por el bien de todos, primero los pobres… darle primero al que menos tiene… el segundo principio es que no haya corrupción, que no haya gobierno rico con pueblo pobre, que los gobernantes vivamos en la justa medianía, que no usemos el recurso del pueblo… que no estemos con guaruras, con camionetotas, con aviones presidenciales, con nada de eso. Nosotros vivimos en la justa medianía”.

Nunca ha vivido Sansores San Román en esa justa medianía que exige Claudia Sheinbaum, pues toda su vida ha hecho ostentación de la vasta fortuna de su padre, producto del saqueo y la corrupción. Lo propio de Layda Elena es acudir a eventos públicos con un outfit valuado en varios cientos de miles de pesos, moverse en vehículos blindados con choferes, con decenas de escoltas protegiéndola, y acudir a los sitios más caros, en las ciudades más “nice” del planeta.

Esa cantaleta de que “primero los pobres”, y de “darle primero al que menos tiene”, no ha aplicado en los tres años que lleva la ineficiente Layda Elena como gobernadora. O que nos informe: ¿qué programas sociales ha puesto en marcha su Gobierno hacia los sectores más desprotegidos? Sus ocurrencias temporales, como por ejemplo regalar camas y refrigeradores a algunas familias seleccionadas por el partido Morena, no constituyen un apoyo para los que menos tienen.

Tampoco ha implementado la nefasta Layda Elena ningún programa para apoyar a las mujeres indígenas, a las comunidades con mayor rezago social, no hay créditos para los productores, no hay apoyo para los sectores productivos que sufren siniestros a consecuencia de factores climáticos o de otro tipo, no aplica acciones para los miles de pescadores ribereños que siguen realizando su trabajo con los métodos ancestrales, sin poder dar el salto hacia la modernización, etcétera.

Campeche ha vivido tres años de estancamiento generalizado, porque este meditabundo Gobierno no tiene planes ni proyectos. Sus funcionarios foráneos encargados de planear el desarrollo e impulsar el crecimiento económico siguen sin conocer las verdaderas necesidades de los campechanos. Por eso no han podido articular alguna estrategia para promover el desarrollo, y la gobernadora sigue sorda ante los reclamos e invidente ante la realidad. La nulidad de su gestión está acabando con Campeche.

Claudia Sheinbaum le deslizó un mensaje amenazante a los consentidos de la anciana gobernadora: a su secretaria de Seguridad, Marcela Muñoz, y a su sobrino incómodo, Gerardo Sánchez Sansores, alias “Seso Loco”. Ambos se mueven en “camionetotas” blindadas y con guaruras fuertemente armados a su servicio. Ambos han incurrido en evidentes actos de corrupción y su enriquecimiento ilícito no lo pueden ocultar. Tal vez sean los primeros en sufrir los embates de este nuevo Gobierno, si de verdad está comprometido a combatir la corrupción.