Tribuna Campeche

Diario Independiente

Sorda y prepotente

La Ruca Gacha ha sido siempre una niña fifí, que nació y creció entre pañales de seda y con sirvientes siempre dispuestos a cumplirle el más mínimo capricho. ¿Cómo creen que se va rebajar a platicar con un campesino?

Las voces de los ciudadanos que, con carpetas en mano, demandaban ser atendidos personalmente por la senecta gobernadora, se apagaron ante el estruendoso ruido de la puerta lateral de su lujosa suburban aporréandose luego de que ella se acomodó en el asiento trasero de la blindada unidad, que de inmediato arrancó y se retiró  a toda prisa seguida por otras tres camionetas blindadas repletas de guardaespaldas.

Atrás quedaron también las preguntas de los periodistas independientes, quienes después de sortear varios filtros y barreras, lograron acercarse a la anciana de cabello rojizo que se dignó descender de su Palacio Real, para presidir el homenaje cívico por el Día de la Bandera realizado en la Plaza de la República, ante selecto auditorio, pues no cualquiera puede acercarse a los sitios donde se encuentra doña Tía Rata.

“Gobernadora, denos la oportunidad de decirle unas dos palabras” clamó un campesino con sus folders y solicitudes en la mano. Padeció empujones de los guaruras, pero fuerte, se mantuvo en espera de que pasara la mandamás de la 4T en esta entidad. Pero de nada valió su esfuerzo. La anciana se apresuró en treparse a su camioneta blindada para escapar a un lugar menos molestoso.

Y esta es su conducta cotidiana. Distante del pueblo, alejada de aquellos sectores a quienes durante 24 años les pidió que votaran por ella para que llegara “el cambio”, pero quien una vez en el poder, se encerró en su burbuja de mitos en donde le hacen creer que todo está bien, maravilloso y perfecto.

—“Has dibujado un retrato fidedigno de la Tía Rata, le dijo don Memín al poeta Casimiro, para cortarle de golpe la inspiración. Me ha tocado acercarme a los eventos a los que rara vez acude, y efectivamente, tal y como describes, ese es su ruta de escape todos los días. No dialoga con el pueblo, no escucha sus demandas no se baja a su nivel. Tal vez se siente tocada por los dioses” señaló.

—No se olviden que la Ruca Gacha ha sido siempre una niña fifí, les recordó don Julián. Nació y creció entre pañales de seda y con sirvientes siempre dispuestos a cumplirle el más mínimo capricho. ¿Cómo crees que se va rebajar a platicar con un campesino que vino de la Montaña de los Chenes, o de la ribera del Palizada o de algún pueblo maicero del Camino Real? No. Ella solo se disfrazó de pueblo para pedir el voto, pero una vez que asumió el poder ha vuelto a ser esa niña caprichosa, sorda y prepotente que hemos conocido siempre” remató.

—Lo bueno es que ya le queda menos en el cargo, exclamó doña Chela. En mi no muy larga pero sí experimentada vida, jamás había visto que un gobernante asuma esa actitud distante, fría e indolente ante el pueblo. Pero ¿qué se puede esperar de alguien que jamás creció en el pueblo ya que siempre vivió fuera del terruño y solo regresaba para exigir que le dieran cargos de elección popular? Ha sido, es y seguirá siendo una vergüenza como política”, aseguró.

¡Comparte esta nota!