Alcohol y drogas, no poco,
con consumo de frituras,
produjo siempre amarguras
al sobrino el Seso Loco.
Lo sorprendió la calaca
cuando cobraba sus moches,
y después de los reproches
procedió a hacerlo caca.
En solitario, qué tierno,
viajó portando su gorro,
y no prescindió del porro
al ingresar al averno.
Más historias
EN REDES: NI PERDÓN NI OLVIDO DE MARCELA; SIGUEN LOS DESPIDOS DE POLICÍAS Y LA CORRUPCIÓN, DENUNCIAN
VECINOS DE LA ERMITA EXIGEN A LAYDA SANSORES SOLUCIONES POR AFECTACIONES DEL TREN LIGERO
La “más querida”