Antes del concierto, el Foro Sol se inundaba de colores, brillos y vestuarios estrafalarios que los fans de la cantante Taylor Swift portaban conforme al álbum que consideran su favorito. La afluencia a la entrada del recinto era mucha, pero eso no detenía a los fans que pudieron intercambiar y regalar las famosas “Friendship Bracelets”, situación que se convirtió en oportunidad no solo de obtener pulseras con los nombres de las canciones, sino también de convivir con otros seguidores de la artista, de talla internacional, que acudieron de distintas partes de la república, así mismo, la convivencia permitió ayudar a arreglar vestuarios, peinar y maquillarse entre todos a las fueras del recinto.
Las puertas del Foro Sol se abrieron a las 4:30 de la tarde y fue cuando todos los asistentes comenzaron a apresurarse para poder llegar con tranquilidad y seguridad a sus lugares designados por Ticketmaster o en su defecto tomar el mejor lugar en la sección de general A y B, pero eso no los hacia irse sin comprar mercancía de la cantante, todos atraídos por los gritos de los vendedores, “Llévele, la taza, la sudadera, la playera de la güera que canta hoy” decían.
El concierto inició a las 7:40 de la noche con la participación de Sabrina Carpenter, cantante que hizo ver a los espectadores un video de ella, cantando frente a cámara, cuando era pequeña cómo una introducción para interpretar algunos de sus éxitos como “Read Your Mind” y “Feather”, apareció deslumbrante con un traje color azul cielo, que hacía juego con los visuales que se dejaban ver en las pantallas.
Al término de la presentación de Sabrina Carpenter, apareció la tan esperada señal para vivir la gran experiencia de escuchar a Taylor Swift en persona, un reloj gigante se mostró en las pantallas dos minutos antes de las 8:00 de la noche, terminados esos dos minutos dio comienzo dicho espectáculo, Taylor entró al escenario con una coreografía que incluía unas mantas de colores morados las cuales formaban figuras alrededor de ella mientras cantaba “Miss americana & the heartbreak prince”.
El espectáculo comenzó con su “era” de Lover, había luces de color rosa, morado y blanco, mientras todos entonaban las canciones de dicho álbum, todo esto acompañado del juego de luces que hacían las pulseras que dieron al entrar al recinto, estas se coordinaban con cada una de las canciones que Taylor Swift cantaba, formando patrones y figuras en las distintas zonas del Foro Sol.
El recinto coreaba cada una de sus canciones y grababan entusiasmados sus favoritas, pero todo el recinto se cautivó al escuchar la “Era” de Fearless que forma parte de su segundo álbum, junto con canciones cómo “You belong with me” y “Love story”, todo esto para darle bienvenida a una de sus “Eras” más recientes Folklore y Evermore, dónde se lució con coreografías acompañada en el escenario por bailarinas y una casa que transportó a los asistentes a un cuento de fantasía.
Los ánimos se avivaron al comenzar la “Era” de su álbum Reputation, en la que todos aquellos que
iban caracterizados como esta, sacaron su lado más rudo y rebelde, así mismo, Taylor Swift interpretó canciones relacionadas con los anteriores problemas que había tenido respecto a su reputación dentro de la industria musical. Al terminar y en medio de ovaciones presentó la “Era” de 1989, siendo esta la que acaloraría los ánimos en el recinto ya que “Shake it off” su canción más conocida hizo que todos se levantaran de sus asientos para poder bailar.
Al término de estas eras, la familia de la cantante se dio a la tarea de buscar entre el público la niña que sería afortunada de recibir su sombrero y acercarse a la cantante durante la canción “22” perteneciente a la “era” de Red, la niña afortunada se acercó al filo del escenario y Taylor Swift la abrazó y le dio su sombrero, no sin antes decirle “Te amo
Durante cada una de las canciones no paraba de cambiar de vestuario, se le veía incluso ir de una parte del escenario a otra y de repente saltar hacia adentro del escenario y desaparecer completamente. Cada una de las cosas que hizo dejaban sorprendidos al púbico, pero no fue hasta la canción “Bad blood” que con un show de fuego que sobresalía por arriba de las pantallas y bocinas dejó completamente atónitos a los presentes.
Finalmente se acercó la “era” de Midnights correspondiente a su último álbum de estudio, en el que cantó y bailó de una manera en la que nunca antes se le había visto y con la que dejaba completamente atrás sus orígenes cómo el género country; todo el recinto sabía lo que se avecinaba y al escuchar el inicio de “Karma” todos se pararon a disfrutar, sin distracciones, lo que sería la última canción del concierto, esta fue acompañada por juegos pirotécnicos de los colores de la bandera de México, mientras la cantante agradecía a los asistentes por todo el cariño recibido, prometiendo que próximamente estaría de regreso en tierras aztecas.
Fuente: Plaza Juárez
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