No se trata de “ponerle alma vida y corazón”, porque el objetivo es combatir a la delincuencia organizada, no escribir poesías para que sean leídas en el “martes de la rata”…
La secretaria de Gobierno, Elisa Hernández Romero, sostiene que “no es necesario modificar las estrategias actuales en materia de seguridad” y asegura que “todos los días se trabaja en la Mesa de Paz y que se coordinan operativos con la Guardia Nacional y el Gobierno Federal”.
La precandidata de la gobernadora a ser su sustituta, remató diciendo que se está poniendo “alma, vida y corazón” en el tema de la seguridad y pide a los campechanos no caer en rumores e información falsa.
Lo que no nos dice doña Liz es de qué estrategia habla. Acudir todos los días a esa “mesa de la paz”, no garantiza que los sicarios dejarán de ejecutar a los narcomenudistas de su “competencia”, ni que los rateros dejarán de asaltar a los ciudadanos en las calles, en sus negocios o en sus domicilios. Tampoco que se reducirá el abigeato que está lacerando con fuerza la economía de los ganaderos campechanos.
¿Hay alguna otra estrategia que los campechanos desconozcamos? Porque las que aplica la guanajuatense Marcela Muñoz nunca han dado resultados. Por las mañanas instala retenes para joder a cuanto automovilista haya olvidado su licencia de manejo en algún lado o para asegurar las motos de los que trabajan en “mandaditos”, pero por la noche, sicarios a bordo de motos, realizan sus ejecuciones a placer y sin ser molestados.
¿De q ué estrategia nos habla doña Liz? ¿De ocultar la gravedad del problema para no causar pánico? ¿De otorgar “pinochos de oro” a los medios y periodistas que documentan el incremento de la incidencia delictiva?¿De negar la presencia de carteles de la droga pese a que la firma de esos grupos aparece en cada ejecución que se realiza?
Y es que tampoco se trata de “ponerle alma vida y corazón”, porque el objetivo es combatir a la delincuencia organizada, no escribir poesías para que sean leídas en el “martes de la rata” ni para llenar de elogios a la presidenta Sheinbaum.
Los resultados a la vista evidencian que las “estrategias” hasta ahora aplicadas para combatir a la delincuencia no funcionan. No sirven. Y tal vez el problema es que quienes deben combatir a los mafiosos, estén asociados con ellos.
Y entonces sí, entenderíamos la razón de que no se cambien ni las estrategias ni a los “estrategas”. Quizá por eso Marcelita es inamovible.
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