CADUCARON EN EL PAÍS MÁS DE CINCO MILLONES DE DOSIS DE ASTRAZENECA Y SPUTNIK
Resulta irresponsable y criminal que más de cinco millones de vacunas antiCovid no hayan sido aplicadas de manera oportuna, lo que pudo salvar vidas, ante lo cual deben ser sancionados los responsables, exigió Julián Duarte Mendicuti, presidente de la Asociación Padres Responsables Carmelitas A.C.
La Secretaría de Bienestar federal —aseveró—, debe programar la inoculación de la población de entre 12 y 17 años de edad que falta por recibir la segunda dosis, de lo contrario, hay la posibilidad de que haya más dosis en procesos de caducar.
De acuerdo con información de la Secretaría de Salud federal, caducaron en el país cinco millones 41 mil 50 dosis de AstraZeneca y Sputnik, de las cuales quién sabe cuántas estaban destinadas a Carmen.
“Por este acto criminal, los primeros que deben responder o dar una explicación son el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, y el subsecretario Hugo López-Gatell, por estar al frente del proceso de vacunación”.
“Desde que inició la campaña surgieron muestras de desorganización, de falta de plan establecido y de que se trata de un programa utilizado con tintes partidistas y políticos”, recriminó.
Además, agregó, son de risa los argumentos de que algunos biológicos son dañados por red de frío o se desperdician durante la jornada a causa de fallas eléctricas, errores humanos, desastres naturales o conclusión de vida útil sin aplicarlas por falta de demanda, ya que en Carmen el pueblo pedía ser vacunado, y prueba de esto son las largas filas en cada campaña.
Tras la primera llamada a la población de entre 12 y 17 años de edad, para la aplicación de la segunda dosis las cuentas no fueron correctas, por lo cual gran número de menores se quedó sin recibirla y así permanecen.
No es posible que mientras esos adolescentes siguen sin ser inmunizados, el segmento 5-11 años ya tengan el cuadro completo, lamentó Duarte Mendicuti, y exigió a las autoridades federales de la Secretaría de Bienestar que dejen de mentir y simular y atiendan a los sectores de población aún no inmunizados, para cumplir con el cuadro básico de vacunación.
La prueba del desinterés en aplicar más dosis está en las comunidades, donde transcurren meses y no hay campañas o convocatorias para vacunar, y así dejan a esos sectores a su suerte, ante lo cual quienes pueden viajan a la cabecera en busca de ser beneficiados, criticó.
No hay excusa para este tipo de desperdicio —aseveró—, y también es cuestionable los recursos económicos malgastados en un sistema de salud endeble.
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