El presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Alito Moreno, resultó ser propietario de una gran franja de playa en la zona de Champotón, en el Estado de Campeche, la cual adquirió a 33 centavos el metro cuadrado, cuando el precio actual en la zona oscila entre los mil 250 y mil 500 pesos, de acuerdo con el reportaje y el título de concesión del terreno publicado el lunes por Reforma.
Según la investigación de ese diario, en 2014 Alejandro Moreno reportó que compró el terreno de 305 mil metros cuadrados en la zona costera de Champotón, Campeche, en 100 mil pesos, pero que en realidad su valor ascendería a 450 millones de pesos.
Además el líder del PRI obtuvo permiso para usar, ocupar y explotar esas 30.5 hectáreas de playa de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) desde el 29 de abril de 2016, siendo ya gobernador de Campeche.
Se lo otorgó Mariana Boy, entonces directora general de Zona Federal Marítimo-Terrestre y Ambientes Costeros de la dependencia federal y hoy dirigente del Partido Verde Ecologista de México y procuradora ambiental del Gobierno de Ciudad de México.
Al conocer la publicación, Alejandro Moreno respondió en un video en sus redes sociales denunciando una “campaña brutal de ataque, calumnia y difamación” en su contra, y consideró que estas acciones surgieron después de que el PRI y él, como su presidente, tomaron una postura firme en contra de la reforma al Poder Judicial.
“Esto se ha dado a raíz de que el Partido Revolucionario Institucional y claramente un servidor como presidente, fijó una postura firme y contundente. El PRI está en contra de la iniciativa de reforma para modificar la Constitución y desaparecer al Poder Judicial”, aseguró.
Horas más tarde, Alejandro Moreno se presentó en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI en la Ciudad de México junto a Carolina Viggiano, actual secretaria general del partido. Cobijados por allegados y militantes afines, acudieron a la Comisión Nacional de Procesos Internos para inscribirse, registrar su candidatura y optar a mantenerse en la dirigencia del PRI por los próximos ocho años, al menos.
Alejandro Moreno Cárdenas desafió al priísmo tradicional al registrarse para reelegirse como presidente nacional de ese partido. Exgobernadores y dirigentes de organizaciones del PRI presentaron al INE un recurso para solicitar la invalidez de la asamblea y de las reformas a los estatutos del partido que permitirían su reelección.
Al día siguiente, integrantes del Frente Amplio de Renovación, una corriente interna del tricolor, solicitó al INE desconocer la Asamblea y la reforma estatutaria, en una carta que entregaron los exgobernadores José Natividad González Parás y José Reyes Baeza Terrazas.
El PRI va camino a la extinción, aseguró el senador y expriísta Miguel Ángel Osorio Chong, quien aseguró que “Vandalito será recordado como el sepulturero del PRI, pasará a la historia como quien enterró al que fuera el instituto político más longevo e influyente de México. Su gestión ha dado como resultado una única tendencia: desaparecerlo del mapa político nacional”.
Pero bien adelanta el exsecretario de Gobernación que el PRI está muy lejos de unirse y fortalecerse por la “complicidad silenciosa de los amigos del dirigente que integran el Consejo Político Nacional y las dirigencias locales”. En otras palabras, tiene el poder absoluto del partido, y está por verse si el INE y el TEPJF dirán algo al respecto.
La confrontación entre priístas por la dirigencia del partido ha dado como resultado que saquen al sol todas las corruptelas de Moreno Cárdenas, y tristemente, mientras el PRI se despedaza, Morena se fortalece cada vez más. Después de esta madriza, bien harían todos los priístas en relajarse unos días en Playa Alito.
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