Las declaraciones del comediante yucateco “Taco de Ojo” contra la gobernadora Layda Sansores deben tomarse con mucha seriedad. Ella puede estar detrás del intento de asesinarlo
Ricardo del Río, popularmente conocido como “Taco de Ojo”, es un comediante yucateco que sufrió un atentado contra su vida en marzo pasado. Recibió más de 20 puñaladas en diversas partes del cuerpo, y afortunadamente ninguna afectó órganos vitales, por lo que logró sobrevivir.
Si residiera en Campeche es probable que su caso hubiera sido narrado en un “Martes del Jaguar”, donde sería declarado prócer, héroe o valiente sobreviviente, y hasta es posible que lo hubiera postulado Morena para ser candidato a algo, a fin de medrar políticamente con su desgracia, como inútilmente han promocionado el caso de Jamile Moguel.
Pero no. Taco de Ojo es yucateco, y ha sido también un acérrimo crítico de los gobiernos de la 4T, y en particular muy duro con la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, de quien ha narrado su vida y la desgracia que ha significado para los campechanos.
Sin duda alguna que hay un vínculo entre ambos, pues el comediante ha declarado recientemente que quien lo atacó le dijo claramente “No te metas con Layda”, lo que a muchos ha llevado a suponer que fue la gobernadora de Campeche, o alguien muy cercano a ella, quien ordenó ese ataque.
Suponemos que hay algunas líneas de investigación en ese sentido. Hay dos detenidos como presuntos autores materiales del atentado, pero no ha trascendido a los medios qué han declarado en sus audiencias ministeriales, y si han dado a conocer el nombre de quien les ordenó asesinar al comediante y les pagó para eso.
Lo que sí es cierto es que Taco de Ojo ha dicho en son de broma pero también muy en serio, que Layda Sansores pudo haber sido una de las patrocinadoras del ataque. Él ha sido muy parco en dar detalles de sus propias investigaciones, pero a cada rato amaga con hacerlo. Ha repetido hasta el cansancio que esperará el resultado de las pesquisas oficiales, para después dar a conocer las suyas.
Habrá que estar atentos al desenlace de esa historia. Puede ser el punto de inicio de una muy seria investigación contra la gobernadora de Campeche o contra alguno de sus más cercanos colaboradores. Podría ser incluso su drogadicto y desquiciado sobrino.
A Eliseo le armaron un expediente por la simple sospecha de que pudo haber ordenado asesinar a Manuel Peña y a Sergio Novelo, y que se atentara contra Jamile Moguel y su pareja sentimental. Con celeridad se giraron las órdenes de aprehensión y lo declararon prófugo, lo que a final de cuentas fue esencial para que le retiren su candidatura al Senado.
Las acusaciones de Taco de Ojo deberían que tener un trato similar. Debería haber celeridad en las investigaciones y en la integración del expediente contra el posible autor intelectual. Son acusaciones muy graves que no se deben tomar a la ligera.
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