José Rubinstein
¿Es Pemex la empresa petrolera más endeudada a nivel mundial —107 mil millones de dólares—, con deficiente desempeño operativo, altos costos e intereses, inminentes vencimientos de deuda que refinanciará con cargo a la hacienda pública (director de Pemex: “La deuda de Pemex es la deuda del país”), limitado acceso a mercados de capital, refinerías subutilizadas con insuficiente producción de crudo, tecnología y equipo obsoleto y deteriorado, con pérdidas operativas?
¿Es Pemex la empresa petrolera orgullosamente mexicana rescatada financieramente por el Gobierno mediante capitalizaciones patrimoniales —772 mil millones de pesos entre 2019 y 2022— y reducción de carga fiscal, otorgándole solvencia económica para así aumentar la producción petrolera, eficientando la producción de las refinerías instaladas y construyendo en Dos Bocas la Refinería Olmeca, la cual está por producir arriba de 300 mil barriles diarios de petróleo?
El presidente López Obrador ha insistido en que pronto alcanzaremos la autosuficiencia energética y la soberanía petrolera, “el año próximo ya no compraremos gasolina, ni diésel, ni otros petrolíferos en el extranjero, vamos a procesar toda nuestra materia prima”.
El director de Pemex asegura que, al concluir este año, la petrolera producirá 2 millones de barriles diarios, lo que permitirá la autosuficiencia en combustibles. Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de quién nacionalizó el petróleo, destacó los desaciertos en materia energética de la presente Administración: “Mantener una política simplemente extractivista y no destinar los recursos principalmente a la industria petroquímica. No estar modernizando las refinerías existentes”.
“No dirigir los recursos en beneficio de los mexicanos. Plantear una nueva política petrolera: primero, darle plena autonomía presupuestal y de gestión a Pemex, prolongar la vida de nuestros yacimientos. Maximizar el aprovechamiento de los hidrocarburos puros en la industria petroquímica”. Cuauhtémoc Cárdenas hizo énfasis en que el costo inicial de la refinería de Dos Bocas, por lo menos se ha triplicado.
Mucho se especula en torno a la “quiebra técnica” de Pemex, veamos: Al cierre de 2022 el patrimonio de la empresa alcanzó 1 billón 895 mil millones de pesos. La deuda petrolera representa 1.8 veces el valor de sus activos. La producción promedio de crudo en 2022, de 1 millón 621mil barriles diarios se ubicó al 50% de la capacidad operativa de las refinerías. Los ingresos de Pemex son inferiores a sus egresos. Las progresivas pensiones laborales significan una latente amenaza económica.
La manita de gato que el Gobierno le ha echado a Pemex no ha sido suficiente para evitar que Fitch Raitings disminuya la calificación de la petrolera de BB- a B+, el nivel más bajo desde que se llevan registros. Por su parte, la calificadora Moody’s modificó la perspectiva de Pemex de estable a negativa, lo cual alerta sobre una posible rebaja en la nota crediticia en los próximos 12 meses.
A estas alturas del sexenio no se espera un viraje estratégico por parte del Gobierno hacia la paraestatal, por lo que es factible una baja en la calificación de Pemex. AMLO: Moody’s es una calificadora “falsaria y marrullera… desde luego está muy difícil ganarles a los leguleyos de las calificadoras, son tecnócratas marrulleros, que seguramente van a decir: Sí, pero hay otras variables”.
¿Incógnita de final del presente Gobierno transformador: ¿México será autosuficiente en materia energética?
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