Tribuna Campeche

Diario Independiente

CARÍSIMO ORNAMENTO

En los días previos a la presentación del mensaje político con motivo del Tercer Informe de Gobierno, se ha desplegado una intensa campaña propagandística para hacernos creer que sí se está trabajando…

En medio de un impresionante despliegue propagandístico, arribaron a Campeche el pasado fin de semana los primeros vagones de lo que será el Tren Ligero, proyecto inútil e innecesario, en que se erogarán más de cuatro mil 600 millones de pesos.

Según los enterados, esos vagones van a ser el adorno principal del escenario donde este jueves a las 11 de la mañana, la nefasta gobernadora Layda Elena Sansores San Román enviará al pueblo de Campeche un mensaje con motivo de la presentación de su Tercer Informe de Gobierno.

Su equipo de asesores ha inundado también las redes sociales con propaganda alusiva a ese Informe. Anuncian obras realizadas con recursos federales, pero no desglosan el destino de cada uno de los más de 70 mil millones de pesos que ha erogado esta Administración, la más corrupta, opaca e inepta de que se tenga memoria.

Nos han querido vender la idea de que con el Tren Ligero va a llegar  la modernidad a Campeche; insisten en presentar el proyecto como una obra sin precedentes, pero la realidad es muy diferente. De entrada no hay que olvidar que se trata de una inversión cien por ciento federal.  El Gobierno de Layda Sansores no ha aportado un solo peso.

Los comentarios de los internautas en redes sociales son contundentes. Coinciden en que no va beneficiar en nada a la ciudad capital, y que se trata de una obra de relumbrón que no es necesaria, porque el Tren Maya no se ha convertido en el gran transportador de turistas que sus promotores anunciaron, además que el Tren Ligero no va a circular por las colonias populares, en donde el servicio de transporte es pésimo.

La falta de obras es la principal razón para que el Gobierno de Layda Sansores insista en magnificar el proyecto del Tren Ligero, cuya idea original por cierto, no provino de la negligente mandataria, sino de la alcaldesa Biby Rabelo de la Torre. Los Sansores plagiaron la propuesta y la presentaron como propia ante el presidente López Obrador, quien aceptó financiarlo con casi cinco mil millones de pesos, que se irán al bolsillo de su constructor consentido.

Pero se insiste: Layda Sansores no tiene obras propias. La apresurada y no planificada pavimentación de algunas calles y avenidas en la capital no van a poder justificar el gasto de más de 70 mil millones de pesos que ha tenido este Gobierno en tres años, y que nadie sabe a dónde han ido a parar.

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